Médicos palestinos trasladan al Hospital de Rafah a una niña herida tras un ataque aéreo. :: IBRAHEEM ABU MUSTAFA / REUTERS
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El brazo armado de Hamás cree que el soldado israelí está muerto

El Ejército hebreo intensifica la búsqueda de Hadar Goldin en Rafah mientras se rompe la posibilidad de una negociación en El Cairo

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La desaparición del soldado israelí el pasado viernes se ha convertido en el último caballo de batalla entre Israel y Hamás. Los primeros se afanan en peinar la zona de Rafah, al sur de la Franja de Gaza, en busca de su combatiente; mientras Hamás no sólo no reivindica su secuestro, sino que insinúa que puede estar muerto.

Según Israel, el subteniente Hadar Goldin, de 23 años, fue capturado por Hamás el viernes por la mañana cerca de Rafah, aunque evitan hablar de secuestro porque «nadie lo ha reivindicado», señala Peter Lerner, portavoz del ejército israelí. Por su parte, las Brigadas Ezedim al Aasam, el brazo armado de Hamás, aseguran no tener «información de este soldado». «Hemos perdido el contacto con el grupo de nuestros combatientes que participó en la emboscada. Sospechamos que murieron por los ataques israelíes, incluido el soldado que, supuestamente, fue capturado por el grupo», aclaran en un comunicado difundido por la agencia palestina Maan.

Para Israel encontrar a Goldin se ha convertido en las últimas horas en su principal objetivo. Tanto es así que desde el fracaso del último alto el fuego su ejército ha atacado unos 200 objetivos en la zona de Rafah entre fábricas de armas, centros de mando y túneles y ha continuado con su ofensiva en otras zonas de la Franja bombardeando una mezquita en Jabaliya y destruyendo varias casas en Gaza y alrededores. Hamás, sin embargo, niega tener conocimiento del soldado desaparecido y acusa a Israel de utilizar al joven subteniente para «justificar sus agresiones contra el pueblo palestino».

Volver a casa

Lo cierto es que desde la ruptura de la tregua hace poco más de 48 horas ya han muerto más de un centenar de personas y las cifras totales de muertos desde que se iniciara la 'operación Margen Protector' el pasado 8 de julio son dantescas: 1.654 palestinos, tre civiles israelíes y 63 soldados hebreos.

Las ciudades y barrios tampoco han sido ajenos a esta guerra. Muchos han quedado destrozados y otros casi vacíos. Los centros de Naciones Unidas y de las autoridades locales acogen a unos 280.000 palestinos y la Organización Mundial de la Salud (OMS) estima que los desplazados se elevan a unas 400.000 personas.

Precisamente hace dos semanas el ejército israelí instó a los habitantes de los barrios de Bait Lahia y Al Atatra, en el noroeste de la Franja, a que abandonaran la zona «por su seguridad». Unas 18.000 personas de las 100.000 que viven en este área de Gaza siguieron el consejo de Israel. De ellas, alrededor de 4.000 buscaron refugio en las abarrotadas escuelas de la agencia de la ONU para los refugiados palestinos (UNRWA).

Ayer, el ejército israelí informó a los habitantes de ambos barrios de que podían volver a sus casas, aunque les advirtió que «se les aconseja que tengan cuidado con los artefactos explosivos que Hamás ha extendido por la zona», según señalan en un comunicado las fuerzas de Israel.

Reunión en El Cairo

Todo ello mientras en Egipto intentan negociarse nuevas medidas que alcancen, por fin, el ansiado alto el fuego. Ayer mismo los presidentes de Egipto, Abdelafatah Al Sisi, y de Italia, Matteo Renzi, destacaron en una rueda de prensa conjunta en El Cairo que la iniciativa egipcia al alto el fuego «es la única que puede dar una solución efectiva». Una iniciativa presentada a mediados de julio por Egipto que establece un alto el fuego y posteriores conversaciones indirectas entre ambos bandos en El Cairo y con mediación egipcia.

La primera de esas reuniones tiene previsto celebrarse hoy, de hecho, ya se encuentra en la capital egipcia un equipo negociador integrado por representantes de las facciones palestinas, incluidos Hamás -que en un principio rechazó estas reuniones- y Al Yihad. Sin embargo Israel decidió no asistir a esa negociación y dio un paso más señalando que no buscará un acuerdo con Hamás para poner fin a las hostilidades sino que actuará por iniciativa propia y dará por terminada la 'operación Margen Protector' en el momento en el que se hayan cumplido sus objetivos, es decir, destruir los túneles.

Y la respuesta de Hamás no se hizo esperar. Aseguran que sus fuerzas no se comprometerán a mantener la paz en el caso de que Israel actúe unilateralmente. «Debe elegir qué precio quiere pagar: quedarse en Gaza, retirarse o la negociación».