El Gobierno limita a 240.000 euros la exención de plusvalías por ventas a mayores de 65 años

Fue necesario esperar al último Consejo de Ministros antes del verano para que el Gobierno diera luz verde a la prometida y esperada reforma fiscal. Un instrumento con el que el Ejecutivo confía en impulsar la economía y recuperar la confianza de los ciudadanos mediante una rebaja impositiva (IRPF y Sociedades) de 9.000 millones de euros brutos en dos años. Una medida con la que, según sus cálculos, se beneficiarán 20 millones de contribuyentes. La reforma aprobada ayer -que pasará ahora al Parlamento- mantiene los pilares básicos del anteproyecto, aunque el texto definitivo conllevó algunas sorpresas. Una de ellas tiene que ver con la no tributación de las plusvalías por venta de activos en personas mayores de 65 años cuando se dediquen a una renta vitalicia que complemente la pensión. Una medida anunciada a comienzos de esta semana por Hacienda, pero que el texto definitivo matiza al limitar la exención a unos ingresos de 240.000 euros.

Para beneficiarse de esta medida, que se aplica a la transmisión de cualquier patrimonio, será necesario que en el plazo máximo de seis meses desde la operación se destine el importe a constituir una renta vitalicia a favor del contribuyente. En caso de que no se utilice la totalidad de los ingresos obtenidos a dicha renta, la ganancia estará exenta en la parte que proporcionalmente le corresponda. Con esta iniciativa el Gobierno pretende impulsar el ahorro.

Otra de las novedades incluidas en el texto final supone ampliar el beneficio fiscal asociado a los impuestos negativos por discapacitados a cargo o familias numerosas. En la propuesta inicial, las ayudas de 1.200 euros se concedían por cada supuesto, es decir, por tener descendientes o ascendentes con discapacidad o familia numerosa. Sin embargo, el texto definitivo contempla estos beneficios de manera individual, es decir por cada ascendiente o descendente.

Asimismo, en el Impuesto sobre Sociedades tiene como novedad que el límite a la compensación de bases imponibles negativas se calculará sobre la base imponible, de forma previa a la aplicación de la nueva reserva de capitalización. Según Hacienda, esta medida permitirá «ampliar el aprovechamiento de este incentivo fiscal al ahorro en fondos propios de las empresas para financiar futuras inversiones y crecer». Y es que la nueva reserva de capitalización permite reducir la base imponible en un 10% por incremento de fondos propios. También se recoge una nueva deducción del 20% para la producción y exhibición de espectáculos teatrales y musicales. Eso sí, el importe de la deducción no podrá superar 500.000 euros por contribuyente y año.

Uno de los reproches a la recién aprobada reforma fiscal vino de la CEOE. A pesar de que la patronal valoró los avances en competitividad, no dudó en lamentar que no se abordase la reducción de las cotizaciones sociales. Por su parte, los inspectore de Hacienda (IHE) mostró su rechazo a que se haya retrasado la puesta la reforma de la Ley General Tributaria, donde se incluían las medidas de lucha contra el fraude.