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#Coronación express

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Una coronación express. Una boda por lo civil, un divorcio por la iglesia. Unos fastos austeros de solemnidad corriente. No sé si un puedo y no quiero o un quiero y no puedo. Así ha sido la coronación de Felipe VI. Besos que no eran besos. Saludos, de parabrisas, de telediario. Las lagrimas, mas derramadas por los ausentes que por los presentes. De la familia legítima, faltaba la mitad. De la ilegítima, toda.

El protocolo, sin protocolo. El chaqué, ausente por imposición socialista. El besamanos, sin genuflexiones. A tres segundos por cazacanapés. Mucho 'frikifan' y poca sangre azul. Todos deseosos de saludar a la princesa hipster, de salir en la foto con la reina de los taxistas.

Muchas banderas en calles vacías, La celebración de la pascua militar sin militares. Ni tampoco reyes, ni presidentes, ni mandatarios internacionales. Una oportunidad perdida para darle brillo a la marca España, para recordar tiempos pasados.

Un discurso de solemnidad intrascendente. Hecho para ser olvidado. Del que hoy, ya no se recuerda nada. Algún guiño catalán. Mas y Urkullu, encantados de poder parecer enfadados. Felices del cambio de Rey. A ver si por el camino, entre guiño y guiño, nos llevamos algo. Mucho «Sábete Sancho, que ningún hombre es mas que otro, si no hace mas que otro», pero poco referéndum.

La iglesia, la gran ausente en la coronación del rey católico. Ni una triste misa en el día del Corpus, ni un cura, ni un crucifijo. Únicamente la futura visita a Roma de estos Reyes agnósticos, para ser recibidos, eso sí, por un Papa republicano.

Así empieza el Reinado de Felipe VI, el día del Corpus Christi, el día que brilla más que el Sol. La noche de la Selección Española de fútbol. La fecha en la que los ganadores perdieron.

Así es la Monarquía, renovada para un tiempo nuevo. La que ha conseguido que tantos monárquicos se vuelvan republicanos como republicanos monárquicos.

Así es, esencia pura de la misma España. Magnifica en sus despropósitos, austera en sus triunfos. Coherente en sus contradicciones.