Susana Díaz quiere sacar del «frentismo político» los contratos de los astilleros

Diez días después de que diera a conocer un importante contrato para Navantia, tras una visita del presidente de Iberdrola a San Telmo, la presidenta de la Junta de Andalucía, Susana Díaz, visitó ayer las tres factorías de los astilleros en la Bahía de Cádiz.

Acusada por el Partido Popular de oportunista y de querer «hacerse la foto» en un contrato que atribuyen a Rajoy, la presidenta andaluza respondió con la propuesta de dejar fuera del «frentismo político» la carga de trabajo para los astilleros gaditanos y comprometió el apoyo de la Junta en el futuro de las factorías. Los tres alcaldes de las poblaciones donde éstas radican, Cádiz y San Fernando, del PP, y Puerto Real, del PA, acompañaron a la presidenta en las sucesivas visitas. Díaz replicó a las declaraciones 'populares' considerando «llamativo» que a la presidenta de la Junta «le digan dónde tiene que estar».

Además, declaró que para el Ejecutivo andaluz es «muy importante la apuesta que en estos momentos realizan «todas las instituciones, todos los gobiernos» por los diques gaditanos y recordó que la Junta ha comprometido un incentivo de tres millones de euros para innovación y formación de estas plantas si se confirma la carga de trabajo anunciada por el Gobierno, consistente en un gasero para Gas Natural y un buque de acción marítima para la Armada española. «Todas las líneas de inversión, todas las apuestas que los distintos gobiernos estamos manteniendo van de cara a hacer sostenible la actividad de nuestros astilleros», recalcó.

Las instalaciones navales gaditanas llevaban cuatro años sin carga de trabajo y el problema se agudizaba por la falta de perspectivas, en una comarca en imparable desindustrialización. De modo que el anuncio de que Iberdrola convertía a Navantia en portavoz preferente y le encargaba un primer contrato, una plataforma eólica marina para instalar en Alemania, fue como agua de mayo para la empresa y para toda la zona.

Pero no sólo se trata de una importante carga de trabajo, de 600.000 horas y 160 millones de euros, según la cifra que ayer dio la SEPI, que repercutirá en la planta de Puerto Real, la más grande y de más difícil viabilidad, y en la industria auxiliar de la Bahía, sino que el contrato supone el inicio de una nueva línea de negocio hasta ahora sin precedentes en el catálogo de productos de Navantia, la de las plataformas eólicas marinas, que hasta ahora Navantia no fabricaba. A partir de este caso, y a pesar de que se trata de encargos con escaso margen comercial, la empresa espera abrir nuevos mercados internacionales, dijo el presidente de la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI), Ramón Aguirre, que acompañó a Díaz en la visita.

Asimismo, la presidenta andaluza indicó que Aguirre le ha informado del «ingente trabajo comercial» que se realiza ahora mismo en la compañía, con un «horizonte» en el que se esperan «buenas noticias» para estos astilleros que consideró «fundamentales» en el desarrollo económico de la Bahía de Cádiz y de Andalucía. En concreto, se esperan encargos de plataformas eólicas marinas para Reino Unido y Alemania.