El número dos del Gobierno argetino, Amado Boudou. :: REUTERS
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El vicepresidente argentino anima al juez a investigar a empresarios

Amado Boudou declaró durante siete horas en la causa por su supuesta intervención en la compra de la imprenta de la moneda nacional

BUENOS AIRES. Actualizado: Guardar
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En una declaración indagatoria sin precedentes por el cargo del imputado, el vicepresidente argentino, Amado Boudou, citado a declarar por supuestas negociaciones incompatibles con la función pública, negó tener vínculos con la imprenta encargada de confeccionar los billetes de la moneda nacional y exhortó al juez federal que lo citó a que investigue la ruta del dinero para dar con los responsables del negocio. «Es llamativo, los funcionarios bajo la picota y ningún empresario grande investigado», exigió.

«Lo que pasa en este juzgado es producto de mi actividad política, no se debe a que yo haya cometido algún delito», declaró confiado Boudou después de una declaración que duró mas de siete horas. «Buscan sacarme de la vida política y desprestigiar a este Gobierno», acusó, sin identificar a los responsables de esa supuesta maniobra.

La investigación comenzó a principios de 2012, cuando una mujer reveló que su exesposo, Alejandro Vanderbroele, le dijo que era testaferro de Boudou y que en su nombre administraba la firma The Old Fund. Esta sociedad había sacado de la quiebra a la imprenta Ciccone Calcográfica para seguir haciéndose cargo de la edición de billetes. Al argumentar su citación, el juez sostuvo que el número dos de Cristina Fernández es quien adquirió el 70% de la imprenta a través de hombres de paja. En su descargo, Boudou negó conocer a Vanderbroele, pero el magistrado habría obtenido pruebas de su relación a través de un tercero, el socio y amigo de Boudou, José Nuñez Carmona.

En un intento por mostrar la injusticia de las imputaciones, el vicepresidente pidió que se filmase su declaración, lo que el magistrado no autorizó. La sesión se realizó a puerta cerrada, sólo con el juez, el fiscal, el vicepresidente y los abogados defensores. Luego Boudou difundió las actas de la cita, 38 páginas con las preguntas y las respuestas. La estrategia defensiva de Boudou se basó fundamentalmente en negar toda relación con The Old Fund. Más aún, el alto cargo pidió que se amplíe la investigación hacia empresarios como el exbanquero Carlos Monetta, que aseguró haber invertido el capital necesario para salvar a la empresa de la bancarrota.

Fernández no interviene

Durante la declaración del vicepresidente, la Cámara Federal pareció hacerse eco de sus deseos. En una causa paralela, el Tribunal Superior ordenó al juez que profundice la investigación sobre el origen de los fondos dedicados a levantar la quiebra, en la presunción de que ahí puede estar la clave para encontrar a los responsables del negocio con el Estado.

El instructor debe tomar declaración a otros sospechosos -entre ellos Núñez Carmona, Vanderbroele y los dueños de Ciccone- y decidir si procesa a Boudou, que piensa continuar en el cargo. El vicepresidente subrayó que Cristina Fernández no interviene en su defensa. «No puede estar en estas cosas que son casi menores», minimizó. «Yo me defiendo solo», añadió.