PRIMAS... Y PRIMOS

Anda el personal revolucionado porque los jugadores de la Selección cobrarán 720.000 euros de prima por ganar el Mundial de Brasil, 120.000 más que hace cuatro años en Sudáfrica, entre otras cosas porque, para que nadie se engañe, la crisis no sólo no ha llegado a la élite del fútbol, sino que gracias a ella ha aumentado su bonanza ¡Qué paradoja!

Porque para que haya buenas primas siempre es necesario que existan muchos primos. Y en España los hay de sobra. Yo el primero de la lista, para que nadie se dé por ofendido. A estas alturas del partido a nadie se le debe escapar que el fútbol es uno de los principales generadores de riqueza en nuestro país. Riqueza económica para unos pocos y riqueza emocional para otros tantos en función de en que portería entre la pelotita.

Es un tanto tendencioso e hipócrita comparar las primas que recibirán Iniesta, Xavi, Ramos, Casillas y compañía con las de sus colegas alemanes, brasileños o franceses por mucho que les doblen en posible beneficio. Es el momento de recoger los frutos de esos viajes rocambolescos en fechas inapropiadas para 'poner el cazo' en lugares donde pagaban, y muy bien, por ver a esos genios del balón que pasan por hacer más diabluras que Oliver y Benji; es momento de aprovechar ese número 1 del Ránking FIFA, organismo 'recaudador' donde los haya que, por otra parte, le dará la enhorabuena al campeón de la brillante y mítica Copa del Mundo con un suculento bote de 25 millones, con los que se puede pagar prima y media a los españoles.

Igual lo que hay que preguntarse es cómo la FIFA es capaz de repartir 419 millones en premios entre las 32 selecciones, por los 253 de hace cuatro años, cayendo la que está cayendo. Y ahí es donde entran a jugar los primos, personas por todo el mundo que queriendo o sin querer ayudan a aumentar el patrimonio de este deporte hasta límites insospechados. Países en los que el fútbol es una religión, un valor más preciado que la propia educación. De eso no tienen la culpa ni Iniesta ni Xavi ni Casillas. Bueno sí, igual la misma que usted y que yo, aunque de vez en cuando no estaría de más que los primos también recibieran alguna que otra prima.aunque sea lejana.