Sociedad

El PP defiende restringir la tarjeta sanitaria a los emigrados

Asegura que la retirada de la cobertura a los parados que pasen 90 días fuera de España va dirigida a los «trabajadores extranjeros»

MADRID. Actualizado: Guardar
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El PP salió ayer en defensa de la polémica retirada de la tarjeta sanitaria a aquellos parados sin prestaciones que permanezcan fuera de España más de 90 días en un año. La polémica enmienda fue publicada en el Boletín Oficial del Estado (BOE) el pasado 26 de diciembre y entró en vigor el 1 de enero, pero hasta ahora el partido del Gobierno había guardado absoluto silencio a pesar de las críticas recibidas. Y es que la medida, pensada para evitar que extranjeros que ya no son residentes mantengan la cobertura sanitaria española, perjudicará también a otros colectivos, especialmente a los parados y a los jóvenes que emigren en busca de trabajo.

La polémica surge de la disposición adicional sexagésima quinta al Texto Refundido de la Ley General de la Seguridad Social publicada en el BOE que establece claramente que para mantener el derecho a las prestaciones sanitarias «se exigirá la residencia en territorio español», entendiendo como tal «que el beneficiario de dichas prestaciones tiene su residencia habitual en España aún cuando haya tenido estancias en el extranjero siempre que éstas no superen los 90 días a lo largo de cada año natural».

«La enmienda va dirigida a los trabajadores extranjeros en paro que se han marchado y podían recibir tratamiento en su país con cargo a España», aseguró Rubén Moreno, portavoz de Sanidad del PP en el Congreso. En su opinión, es «insostenible» que personas que llegaron a España durante el boom inmobiliario y regresaron a su país tras agotar las prestaciones sigan recibiendo atención hospitalaria en sus lugares de origen «a cargo de la sanidad española durante toda la vida». Según el diputado popular, esta medida no afecta a los estudiantes, que pueden acceder a la tarjeta sanitaria europea -prorrogable hasta un máximo de dos años-, ni tampoco a los españoles con trabajo en el extranjero (cuya cotización les garantiza la cobertura en dicho país).

Pero ¿qué pasa si alguien sobrepasa esos tres meses sin encontrar un empleo? Pues que perderá la cobertura sanitaria española y se verá obligado a inscribirse como residente en el país de destino ya que, como recordó Moreno, «se le aplicará la legislación del país de acogida». Y ahí surge el problema, porque las normativas de dichos países pueden exigir ciertos requisitos que le impidan acceder al sistema público de salud y se vean abocados a contratar un seguro privado para ser atendidos. Ante el revuelo generado, sobre todo en las redes sociales, el Ministerio de Sanidad se vio obligado a reaccionar. «Todos los españoles tienen garantizada la cobertura sanitaria», aseguró en su perfil de Twitter.

Otra de las dudas tiene que ver con el proceso para recuperar la tarjeta sanitaria al regresar a España. Desde el PP insistieron en que se le devolverá «al minuto» una vez vuelva a ser residente tras informar a la oficina de la Seguridad Social. Sin embargo, no está tan claro que el procedimiento sea así de sencillo. Y es que para recuperar la tarjeta sanitaria es necesario cumplir con una serie de requisitos, como estar trabajando, ser pensionista, cobrar una prestación, o estar dado de alta en el antiguo Inem. En caso de no cumplir estos requisitos existe la posibilidad de acceder a la tarjeta siempre que se acredite unos ingresos inferiores a 100.000 euros al año o si su cónyuge es un asegurado.

Sin embargo, la realidad burocrática resulta más compleja. Un ejemplo es el caso de María, una joven gallega de 29 años que, tras pasar cuatro años trabajando en Londres «por falta de oportunidades en mi país», se encontró con que le negaban su tarjeta sanitaria: «Nada más volver, me empadroné en Vigo con mi madre y, cuando fui al centro de salud, me dijeron que había estado mucho tiempo fuera y que, como no cobraba paro ni tenía ninguna otra prestación de la Seguridad Social, tampoco tenía derecho a tener asistencia sanitaria». Tras el desconcierto inicial, la joven pidió explicaciones reiteradamente, pero desde el centro de salud le indicaron que acudiera al INSS a reclamar y, mientras tanto, le aconsejaron hacerse un seguro privado. «No era capaz de entender por qué si soy española, habiendo trabajado en España y haberme tenido que irme a otro país porque aquí no hay trabajo, ahora vuelvo y me dicen que no tengo derecho», explica. Al final, un desfase en la actualización de los registros de la Seguridad Social obró el milagro y logró recuperar su tarjeta.