La Bahía vive hoy otra jornada negra de protestas

Los trabajadores de los tres astilleros de la Bahía saldrán esta mañana a la calle para reclamar carga de trabajo. La protesta se enmarca dentro del calendario de movilizaciones que ha diseñado el Comité Intercentros de Navantia con el ánimo de llamar la atención de los políticos ante la difícil situación que arrastra la industria naval. Las plantas gaditanas, especialmente, las de San Fernando y Puerto Real, llevan más de un año paralizadas debido a la ausencia de contratos. No hay actividad y las consecuencias de este parón han sido letales para las empresas auxiliares, que han recortado plantilla hasta quedar reducidas a la mínima expresión.

La manifestación de hoy tiene como objetivo remover la conciencia de la clase política a favor de la construcción naval y de los astilleros. Así, la plantilla de Navantia pide que se aceleren las gestiones internacionales para captar nuevos contratos y exige al Gobierno de la Nación la puesta en marcha de la segunda fase de los Barcos de Acción Marítima (BAM), que permitiría devolver la actividad a las plantas gaditanas.

El contrato con Estados Unidos para reparar en Cádiz los destructores que participarán en Rota en el despliegue del escudo antimisiles es una gota en el océano. Navantia, sobre todo las factorías especializadas en construcción, necesitan media docena de contratos para garantizar su viabilidad a medio plazo.

Este es el trasfondo de las protestas de hoy. Los trabajadores de San Fernando iniciarán la marcha hacia Cádiz a partir de la 8 horas, mientras que los de Puerto Real arrancarán pasadas las 11 horas. Una calzada de la carretera de San Fernando y el puente Carranza serán escenarios a mediodía del paso de ambas marchas. Por su parte, la plantilla del astillero de Cádiz tiene previsto encontrarse con sus compañeros a la entrada de la ciudad. Desde allí, a la altura del polideportivo, se juntarán las tres protestas para formar una gran manifestación que discurrirá por la Avenida, en dirección a la Subdelegación del Gobierno, donde está previsto que llegue a las 14 horas.

Los trabajadores de Navantia no están solos en sus reivindicaciones. A la convocatoria se han sumado también varios colectivos sociales, además de la plataforma de trabajadores del metal y del colectivo de Delphi. Como se recordará, la capital ya fue escenario el pasado miércoles por la tarde de una manifestación, que logró reunir a más de 5.000 personas en el centro de Cádiz a favor del empleo. En aquella ocasión fueron los parados del metal quienes lideraron la convocatoria. Esta plataforma la componen en su mayoría parados de la industria auxiliar.

Las expectativas de futuro para los astilleros públicos son poco alentadoras. La dirección de la compañía ha encadenado su viabilidad a la construcción de cuatro gaseros. Se trata de un contrato de Repsol y Gas Natural que, aunque está maduro, aún no se ha firmado. La llegada de esta carga de trabajo permitiría a Navantia cubrir las necesidades hasta que mejoren las condiciones del resto de ofertas internacionales. Mientras tanto, la dirección de Navantia ha comunicado a sus trabajadores la aplicación de un plan estratégico entre 2014 y 2018 para mejorar la competitividad de la empresa. El plan de ajuste, aunque no prevé el cierre de plantas, sí que baraja recortes salariales y una serie de medidas para ahorra costes en la producción.

Navantia se juega su futuro en los próximos meses.