DEPORTE Y SACRIFICIO

Permítanme, estimados lectores, que la columna de hoy no la escriba sobre fútbol en general, como habitualmente vengo haciendo desde mi columna, ni del Cádiz en particular. Esta columna de gran calado deportivo también recoge el sacrificio y la voluntad diaria de cientos de deportistas que la provincia practican un deporte de seguimiento minoritario, pero con una ilusión y un sacrificio propio de un deporte de masas.

Y, por suerte, siempre tenemos a nuestro lado personas que practican deportes alejados de todo ruido mediático y que supone horas y horas de entrenamientos y sacrificios personales, pero no exentos de satisfacción por los meritos conseguidos. En concreto, a la vez que escribo estas líneas me viene a la cabeza la imagen de deportista total de mi amigo Luiscar Sánchez y de su deporte favorito, el triatlón, deporte duro y exigente que lleva a practicar tres modalidades deportivas, tan exigentes y distintas a la vez, como son la natación, el ciclismo y el atletismo.

Aunar estas tres modalidades para competir a un buen nivel no es nada sencillo, pero utilizando los instrumentos adecuados (una alimentación correcta, un buen descanso...) y unido a personas experimentadas en la práctica y enseñanza de este deporte, el entrenamiento diario se convierte en una forma de vida basada en el sacrificio y la superación deportiva en busca de la satisfacción personal, reflejado todo en las marcas individuales conseguidas en las competiciones casi semanales que se organizan a lo largo de todo el territorio nacional.

Mi total admiración a todas aquellas personas anónimas que hacen del deporte un medio de vida sembrando salud a través del esfuerzo que supone una practica deportiva de un nivel de exigencia extrema.