Las reticencias de los artistas

No es el primero en renunciar a Spotify, pero la pataleta de Thom Yorke ha sido una de las que más ampollas ha levantado. Quizá porque el líder de Radiohead siempre ha cuestionado los cimientos de la industria. Cabe recordar que tras abandonar EMI, la banda protagonizó con 'In Rainbows' (2007) todo un experimento: colgó el nuevo álbum en su página web y pidió la voluntad a sus seguidores por descargarlo. Por eso sorprendió que en julio de este año cambiara el paso y anunciara que 'The Eraser' (2006), su primer disco en solitario, y 'AMOK' (2013), el álbum que acaba de lanzar con Atoms for Peace, la formación que capitanea junto a Nigel Godrich, abandonaban el servicio.

Fue el productor quien dio la noticia en Twitter: «Estamos fuera de Spotify, no podemos hacer más. Es una pequeña rebelión sin sentido. A los artistas nos pagan una mierda con este modelo». E insistía: «No os equivoquéis, estos son los de siempre de la industria tratando de hacerse con el sistema de distribución. Hay que establecer un modelo valioso para el futuro». Yorke le respaldaba explicando a sus seguidores que «a los nuevos artistas que descubrís en Spotify no se les paga».

La compañía no ha dudado en responder y ha explicado que su intención es crecer como servicio para que cada vez sean más los que paguen por la música. En la nota se explica que en 2012 se entregaron 374,8 millones de euros a los propietarios de los derechos, y que en 2013 esperan llegar a más de 749.

Frente a Yorke existen casos de ida y vuelta, como el del sello especializado en metal Century Media, que en 2011 abandonó el servicio porque era «una amenaza» y un año más tarde regresó porque «es una plataforma genial para el descubrimiento de nuevos artistas».

Los Beatles, Oasis, Led Zeppelin y AC/DC son otros de los grupos que, de momento, no están en la plataforma.