CÁDIZ

El Papa Francisco I «ya hace orar» a la Iglesia gaditana

Las campanas de la Diócesis sonaron con la fumata blanca en una jornada cofrade de montajes y preparativosEl obispo Zornoza se congratula por la elección del jesuita

CÁDIZ. Actualizado: Guardar
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Las campanas repican a Gloria en la Diócesis. A las 20.07 horas comenzaron a sonar las campanas en la Catedral de Cádiz (secundado por otros templos como Santo Domingo o Santa Cruz) que connotaban la situación extraordinaria que estaba viviendo la Iglesia en el mundo y, con ella, la gaditana. Los católicos gaditanos vivieron con emoción la proclamación como Sumo Pontífice a Jorge Mario Bergoglio, arzobispo de Buenos Aires de 76 años. Una sensación condensada por el obispo Rafael Zornoza que lanzó un mensaje tras la elección: «La gran familia de la Iglesia da gracias hoy al Señor por el nuevo Vicario de Cristo, el Papa Francisco I que, en su nombre, nos cuidará, guiará y enseñará haciendo las veces de Buen Pastor». Una misión que ya ayer dejó manifiesta al presentarse ante los congregados en la plaza de San Pedro pidiéndoles «una oración al pueblo de Roma para que el Señor le bendiga ante la primera bendición».

Una plegaria que se elevó en todo el mundo católico. «Lo hemos visto elegido presentándose a la Iglesia y al mundo y nos ha hecho ya orar a todos. Orar para amar, para evangelizar», como valoró el obispo gaditano. En su comunicado, el prelado gaditano analizó el «enrome interés de todo el mundo por esta noticia eclesial». Para ello, recordó el pasaje de los Evangelios en el que Cristo preguntó «¿Quién dice la gente que soy?» para añadir el revelador mensaje «tú eres Pedro y sobre esta Piedra edificaré mi Iglesia y las puertas del infierno no podrán contra ella». Por su parte, el sacerdote Manuel de la Puente, delegado de medios del Obispado se congratulaba por la «sorprendente» noticia. «En este caso todas las sorpresas son buenas», matizó. «El hecho de que sea jesuita es garantía de sabiduría y santidad», puntualizó de la puente que valoró a Francisco I por su carácter «austero y moderado» por sus primeras palabras.

Cofrades, con el Papa

Mientras, la ciudad vivía el momento envuelta en la Cuaresma preparatoria de la Semana Santa y con la conciencia de presenciar un momento histórico protagonizado por el primer Papa sudamericano y jesuita de la historia.

En templos, conventos, y casas de hermandad, los católicos gaditanos siguieron con atención el mensaje que Francisco I lanzaba «al pueblo de Roma». Cuanto menos curiosa fue la estampa que se vivió en la iglesia de Santa Cruz, un templo inmerso en pleno montaje de los pasos de las hermandades de El Perdón, Sanidad, Luz y Aguas, Medinaceli y Santo Entierro. Cofrades de una y otra corporación intentaban seguir las novedades que se producían en otro punto de Europa. En la sacristía, el vicario parroquial del templo, Pedro Rodríguez, seguía el momento con emoción, acompañado de los cofrades que estaban presentes en los montajes. El ir y venir de enseres, orfebrería e incluso de pasos (ayer se produjo el traslado del paso de Sanidad) se mezclaba con el nerviosismo por saber quién era el nuevo Sumo Pontífice, durante la hora que se produjo desde la fumata a la proclamación.

Tiempo después se despejaba la incógnita y la Iglesia abandonaba la sede vacante. Una situación por la que alegrarse, como bien condensó el prelado gaditano: «¡Habemus Papam, tenemos Papa!. Su Santidad, nuestro querido Francisco I, ya nos ha hecho orar en su nombre, para amar, para evangelizar, para abrazar al mundo en fraternidad».