:: ILUSTRACIÓN MIKEL CASAL
Sociedad

Internet adelanta al DeLorean

La incorporación de conexiones 4G permitirá a los automóviles funcionar de forma similar a la de los teléfonos inteligentes Con el coche autopilotado en el horizonte, el vehículo conectado comienzan a ser una realidad

MADRID. Actualizado: Guardar
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Cuando se le requiere una predicción sobre la próxima revolución digital, Tim O'Reilly, el tecnogurú irlandés que acuñó el término de la Web 2.0 cuando internet se deshizo de su envoltorio más primitivo, acostumbra a evocar el coche autopilotado en el que trabaja Google. Equipados con cámaras, un telémetro láser y un generoso puñado de sensores para dar buena cuenta de lo que sucede a su alrededor, estos prototipos ya acumulan cientos de miles de kilómetros de exitosas pruebas.

Aunque este ingenio de los de Mountain View ha servido ya entre otras cosas para guiar a Steven Mahan -un hombre con una deficiencia visual del 95%- por su ciudad, parada en un 'fast food' incluida, podría tardar unos quince o veinte años en llegar a los concesionarios. La tecnología estaría calibrada en un plazo de apenas cinco cursos pero la falta de pólizas y normas al respecto retrasarían su lanzamiento comercial, según las autoridades estadounidenses.

Lo lejano de este escenario, hasta hace una década más propio de la ficción como el coche fantástico o el mítico DeLorean, no impide que el automóvil conectado deje de ser algo meramente experimental y los pinitos se conviertan en realidades comerciales. Mucho tiene que ver en esto las conexiones de cuarta generación -conocidas como 4G o LTE- que permiten velocidades móviles de hasta 100 megas por segundo. No en vano, el consorcio GSMA calcula que en 2015 uno de cada cinco vehículos engrosen esta categoría.

General Motors, el tercer fabricante mundial, anunció en el pasado Mobile World Congress que pondrá el próximo año a la venta en EE UU y Canadá modelos de Chevrolet, Buick, GMC y Cadillac equipados con un sistema creado en colaboración con AT&T, una de las grandes 'telecos' mundiales. «Tendrá un funcionamiento similar al de los teléfonos inteligentes», cuenta Jeff Wandell, un empleado de la factoría de Detroit. Explica que «en un futuro» el automóvil «podría intercambiar información» con otros y «relacionarse con elementos del entorno» como semáforos o garajes. Por el momento, además de funcionar como punto de conexión a otros equipos, ofrecerá información del tráfico, radio por internet o películas y juegos para los pasajeros. Si alguien intenta forzar la puerta, además de hacer sonar una estridente alarma, el coche enviará un mensaje al móvil y el propietario podrá comprobar a través de distintas cámaras que todo marcha bien. «Es un sistema sencillo y para activarlo solo hace falta sincronizarlo con tu terminal o introducir un duplicado de la SIM», aclara Wandell.

La compañía estadounidense Ford es una de las más activas en esta línea de producto con 'Applink', que llegará a Europa a finales de año. Se trata de un asistente que permite controlar solo con la voz programas y aplicaciones mientras se conduce. «Todo con los ojos en la carretera y las manos en el volante», asegura Paul Mascarenas, encargado de la innovación de la marca, sobre la seguridad. A día de hoy cuentan con casi 70 títulos como 'Spotify', con cuya dirección han trabajado codo con codo en los últimos meses; 'Kaikili', que 'lee' en voz alta las noticias de cientos de medios; 'Glympse', una especie de 'Foursquare' para conductores; u otros programas que permiten oír la actividad en las cuentas de Facebook o Twitter. «La vida de un coche es cinco o seis veces mayor a la de un móvil», afirmó hace unos días Thierry Viadieu, director de Nueva Movilidad de Renault, sobre soluciones como R-Link, desarrollado por la compañía gala. «Las soluciones para mantenerse al día, como en los 'smartphones', son muy importantes. Tanto la tecnología como la habilidad de actualizarse es clave», agregó.

Volvo o BMW son otros de los tantos que trabajan en estos desarrollos, que no son competencia única de la industria de la automoción. Huawei presentó la pasada semana equipos para proporcionar LTE a los automóviles y Telefónica ha desarrollado una tecnología 'machine to machine' (M2M) que permite enviar datos sobre la localización o la forma de conducir de cada persona. También hay de terceros, como la Universidad Politécnica y el Instituto de Biotecnología catalán, que lanzarán una aplicación para detectar si alguien se duerme al volante.