CÁDIZ

El obispo apela «al amor de Dios» como consuelo del hombre actual

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Llegó a Santa Cruz antes para ver de cerca las muestras de cariño al Medinaceli. No fue la única muestra de cariño, el obispo Rafael Zornoza no dudó en acercarse, durante la misa de Santa Cruz presidida por él, a inciensar a la imagen que ayer fue centro de las devociones. Lo hizo en el transcurso de una eucaristía que ponía punto y final a una intensa jornada en la Catedral Vieja. Durante su homilía, Zornoza apeló al «amor de Dios», como consuelo y respuesta que supera el espíritu de muerte que el hombre tiene contra él mismo. Además, tanto en su misa como en las del resto de la jornada, las intenciones fueron ofrecidas por Benedicto XVI y su sucesor.