Un visitante observa una de las obras de la exposición 'Resistencia y tradición'. :: RAÚL CARO / EFE
Sociedad

Poesía y política en la obra de Ai Weiwei

El disidente chino, que no pudo viajar e España, usa la tradición para denunciar la situación de su país y la perversión y declive de su cultura El Centro Andaluz de Arte Contemporáneo abre la primera exposición en España del artista

SEVILLA. Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

Ai Weiwei es, sin duda, uno de los nombres más relevantes del panorama del arte actual. Su fama se debe tanto a su obra, en especial por su instalación 'Sunflowers Seeds' y su participación en el estadio 'Nido de pájaro' de Herzog & De Meuron, para los Juegos Olímpicos de Pekín, como a la persecución que sufre por las autoridades de la República Popular, una potencia económica cuya evolución en materia de derechos humanos Occidente sigue con evidente interés.

Su obra se puede ver desde ayer y por primera vez en un museo español, en el Centro Andaluz de Arte Contemporáneo de Sevilla. La exposición, que se titula 'Resistencia y Tradición', ofrece una oportunidad única de acercarse a un trabajo apasionante, que parte de las raíces populares de la cultura china para elevar un grito contra su perversión y su decadencia. Se trata de una obra variada en soportes, lenguajes y estilos, que se sirve tanto de las técnicas ancestrales de la porcelana como de las nuevas tecnologías, con el fin de expresar la inquietud de su tiempo: del caolín al blog pasando por la fotografía y los vídeos, todos los soportes sirven para construir un discurso propio en el que la poesía y la política se encuentran y conviven con su preocupación por la confusión entre lo verdadero y lo falso.

Abre el recorrido la conocida 'Sunflower Seeds', las pipas de girasol que estuvieron en la Tate Modern en 2009. Ha venido aproximadamente la mitad de las diez toneladas de piezas de la obra original, propiedad de un coleccionista danés, y los comisarios han optado por que no puedan ser pisadas, tanto para evitar el deterioro como la emisión de caolín, que puede dañar la salud. Se trata de una obra puramente conceptual, en su línea 'ready made', con la que Ai Weiwei pone de relieve el contraste de la producción en masa que su país ha implantado con la tradición artesanal más antigua: cada una de las pipas es una pieza única, pintada a mano por artesanos de la región de Jingdezhen. Aluden a una imagen de la revolución china, en la que Mao era el sol y el pueblo girasoles que se movían en su dirección.

Aunque quizás la estrella de la exposición sea una espectacular instalación titulada 'Descending Light', una gran lámpara de estilo 'chandelier' con varios aros concéntricos dorados y millares de piezas de cristal rojo, desplomada sobre el suelo, con la que Ai Weiwei alude a la decadencia del enorme y aparatoso Partido Comunista Chino. Los trabajos en cerámica ocupan buena parte de la selección de obras de esta muestra, como 'Ghost Gu Coming Down the Mountain', 'Pillar', o 'Colored vases', con las que quiere defender la tradición de su país y denunciar cómo se está perdiendo a pasos agigantados piezas de gran valor, en buena parte vendidas a coleccionistas extranjeros a precios de ganga. De ahí también su célebre políptico fotográfico 'Dropping a Han Dynasty Urn', donde aparece rompiendo una vasija antigua. La muestra incluye también piezas audiovisuales, como la entrevista en la que cuenta el proceso de producción de sus «Sunflower Sedds» y el documental que presentó a la Documenta de Kassel en 2007, 'Fairytale'.

El blog como obra de arte

Especial interés tiene '258 Fake', fotografías procedentes de su blog, que tuvo activo desde 2005 hasta que en 2009 se lo cerró la censura china. Fotos de animales, de su estudio, de sus proyectos arquitectónicos, de periodistas que le entrevistaron, porque solo admite entrevistas en directo, y de platos de comida, muchos de ellos claramente españoles, como platos de chorizo o de paella, y fotos personales que obedecen a su criterio original: para Ai Weiwei el blog es para el artista actual como el bloc de notas de antes. La muestra incluye también una selección de textos de la desaparecida bitácora. Ahora mantiene su actividad por Twitter, pero solo en chino.

La presentación de la muestra, que estuvo a cargo del consejero andaluz de Cultura, Luciano Alonso, contó con una sorpresa de última hora: un vídeo del artista en el que afirma que no le han dejado salir del país para asistir a la inauguración y desea a los visitantes que la disfruten.

Ai Weiwei mantiene su pulso con el Gobierno chino, que en 2010 destruyó su estudio y le sometió a arresto domiciliario. Un año después le prohibió salir del país, le detuvo en el aeropuerto de Pekín y le mantuvo encarcelado 81 días, para luego acusarle de delito fiscal, lo que motivó una colecta internacional por las redes sociales para pagar la fianza. Hoy, mantiene una cierta 'sobreexposición' a los medios de comunicación como forma de protección ante la represión policial que sufre en su país.

La muestra sevillana, cuyo coste ha sido de 50.000 euros, muestra un atractivo añadido, que es el entorno: la monumental cartuja fue fábrica de «loza y porcelana china» de la casa Pickman, de ahí que los comisarios inviten a buscar nuevas conexiones entre la obra del artista pequinés y las vajillas de la firma sevillana.