Orsay 'trasplanta' su corazón impresionista y bohemio

Rara vez se concentra tanto talento en una sala. La Fundación Mapfre eleva de nuevo el listón 'trasplantando' a sus salas madrileñas «el corazón» del museo de Orsay. Lo hace con una soberbia e histórica exposición, una «fiesta» pictórica que repasa la aventura impresionista de sus pioneros a sus herederos. 'Impresionistas y posimpresionistas. El nacimiento del arte moderno' es una brillante sucesión de piezas magistrales firmadas por Manet, Cézanne, Degas, Renoir, Van Gogh, Toulouse-Lautrec o Gauguin. Es solo el plato principal de la doble oferta de Mapfre, que repasa también el origen de la bohemia en una muestra no menos atractiva y con fuerte acento español, 'Luces de bohemia. Artistas gitanos y la definición del mundo moderno', organizada por Grand Palais de París.

Ambas reviven aventuras liberadoras y rupturistas para explicar el nacimiento del arte y el artista modernos. Suman casi 200 obras, todas de primerísimo nivel y en su mayoría inéditas en España. Hay una decena de óleos de Van Gohg nunca vistos aquí -'Autorretrato' de 1887 entre ellos- nueve piezas magistrales de Monet, media docena de Picasso y otras tantas de Gauguin. «Es el corazón del museo de Orsay. Una bomba, un concentrado inaudito de todas las épocas del impresionismo» según Guy Cogeval, presidente del museo de Orsay y artífice de la histórica cesión de 78 obras que testimonian el nacimiento de la modernidad que informa el arte actual. 'Luces de bohemia' recorre a través de 100 de obras la aparición de unos artistas que se inspiran en el espíritu indómito y libérrimo de vagabundo y gitanos ('bohémien', en francés). Presenta lo bohemio como contestación a la corriente plástica dominante a través de artistas como Goya, Watteau, Gainsborough, Teniers, Corot, Delacroix, Courbet, Manet, Degas, Sargent, Signac, Van Gogh o Picasso. Intensifica el acento español con piezas de Ramón Casas, Isidre Nonell, Sorolla, Angalda y Camarasa o Juan de Echevarría.