Más de dos millones y medio de parados ya no perciben un subsidio por su situación

Una balsa en el océano. Así es como ven los sindicatos el llamado Plan Prepara -la ayuda de 400 euros mensuales a los desempleados-, puesto que del mismo apenas se beneficiaran este año unas 300.000 personas -según prevé el Gobierno-, uno de cada 10 (el 11,2%) de los más de dos millones y medio de parados que a día de hoy no disfruta de subsidio alguno derivado de su situación, y que ya suponen el 45% del total de este colectivo (según la EPA). Así, una de cada dos personas que no encuentra trabajo tampoco puede acceder a una prestación que palie en parte su delicada situación económica.

Una situación tan preocupante no se daba desde hace un cuarto de siglo, es decir, que habría que remontarse a mediados de los 80 cuando España trataba de poner al día su economía para facilitar su entrada en la entonces Comunidad Económica Europea (CEE). Según los últimos datos del Ministerio de Empleo, correspondientes al cierre de 2012, 1,54 millones de parados ya no puede acceder a ayuda alguna de las que establece el Ministerio de Empleo para dicho colectivo.

Claro que eso sería si se consideran solo las estadísticas del departamento que dirige Fátima Báñez -que tiene en cuenta exclusivamente aquellas personas registradas en los servicios públicos de empleo (antiguo INEM) y excluye a algunos grupos (los que buscan su primer empleo tras finalizar los estudios, los beneficiarios del subsidio agrario o quienes se apuntan a cursillo de formación dependiente del Ministerio)-, que reflejan una tasa de paro del 25% y 4,84 millones de afectados por esta sangría.

Si computamos la Encuesta de Población Activa (EPA) -un sondeo armonizado en los países de la UE que incluye a todo el que quiera trabajar y busque una ocupación de forma activa, con independencia de que se haya incluido en un registro-, que arroja 5,96 millones de desempleados para una tasa del 26% -sin contar los 521.300 en edad de trabajar que ya se estiman inactivos (que no oficialmente parados), puesto que básicamente han dejado de buscar porque creen que ya no van a encontar un puesto-, el número de miembros de ese colectivo sin ayudas se dispara hasta los 2,66 millones.

En cualquier caso, la tasa de cobertura -un índice oficial que elabora el Ministerio para las ayudas a parados- cae ya hasta el 64,3%, su nivel más bajo desde 2005 (63,6%), aunque entonces había menos beneficiarios (1,29 millones), menos paro (2,10 millones, menos de la mitad de la cifra que da el Gobierno) y también menos tipos de prestaciones. Dicha tasa se calcula sin contar a las personas sin trabajo que no tienen experiencia laboral previa porque, en general, no han cotizado para lograr prestaciones contributivas y difícilmente cumplen los requisitos para aquellos subsidios.

Al cierre de 2012, había tres millones (3.001.078) de beneficiarios actuales de ayudas a parados, el doble de los que se registraban en 2008. De ellos, medio millón (567.000) tienen más de 55 años, si bien la mayoría (2,11 millones) tienen entre 25 y 54 años. A su vez, otros 343.600 son extranjeros. En total, el Estado gastó 2.692,83 millones de euros en esta partida el año pasado, un 4,9% más que en 2011, con una cuantía media por persona (excluidas cotizaciones) de 919 euros.

Todo ello sin contar el Plan Prepara, dado que el Ministerio apenas da detalles de su marcha pese a que así se lo han requerido los sindicatos. Lo poco que avanzó ayer la titular de Empleo, Fátima Báñez -tras la aprobación de la tercera prórroga del programa, esta vez no limitado a seis meses sino que a la tasa de paro baje del 20%-, es que el 84% de los beneficiarios actuales del mismo no lleva más de tres meses, de modo que les restarían aún otros tantos para agotar el plazo de la ayuda. Añadió también que uno de cada cuatro recibe hasta 450 euros, al ser un parado de larga duración -es decir, lleva más de un año buscando trabajo sin encontrarlo, situación en la que se encuentran ya 3,28 millones, según la última EPA- y tener tres o más personas a su cargo

Ya con carácter general, cualquier parado que aspire a recibir esta prestación (de 400 o 450 euros) deberá cumplir una serie de condiciones, como llevar inscrito 12 de los últimos 18 meses en los servicios públicos de empleo o, en su defecto, justificar que tiene responsabilidades familiares (cónyuge sin trabajo remunerado y/o hijos menores de 26 años o mayores con discapacidad). Asimismo, deberá demostrar que lleva buscando empleo «de forma activa», al menos, 30 días, para lo cual contarán las empresas de trabajo temporal (ETT) y los pequeños trabajos de corta duración. Por último, habrán de agotar antes cualquier otra prestación pública o subsidio por desempleo y no superar su renta (por integrante de la unidad familiar) el 75% del salario mínimo interprofesional (SMI), fijado para 2013 en 645,13 euros.