La UE apoya a París pero descarta mandar tropas

Francia deberá pacificar Malí en solitario. A diferencia de lo sucedido en Libia en 2011, ni la UE ni la OTAN tienen previsto respaldar la intervención de París con el envío de tropas a la primera línea de combate. La Unión descartó ayer implicarse de lleno en el conflicto, aunque ha empezado a acelerar el despliegue de 400 soldados para formar al Ejército maliense. Esta misión estaba prevista antes del desembarco francés e incluye a una decena de países, entre ellos Alemania, Reino Unido, Italia y España. Algunos de estos socios, especialmente los británicos, ya colaboran con las fuerzas galas, pero el Gobierno de David Cameron insiste en que su ayuda se limitará al terreno logístico.

Los ministros de Exteriores de los Veintisite celebrarán el jueves una reunión de urgencia para analizar la evolución de la situación en Malí. La alta representante para la Política Exterior, Catherine Ashton, confirmó que la cita servirá para dar un nuevo impulso «al rápido despliegue» de la misión de entrenamiento acordada el mes pasado. Los efectivos europeos iban a iniciar su trabajo en septiembre, pero la intervención francesa ha trastocado todo el calendario. Ahora, el objetivo es que las fuerzas comunitarias se encuentren sobre el terreno en febrero.

En el plano individual, los socios no han dado signos de querer unirse a la incursión francesa. Reino Unido, que formó tándem con París para compartir el peso de las operaciones en suelo libio, ha advertido de que esta vez prefiere quedarse en segundo plano. Cameron expresó su respaldo a François Hollande, pero confirmó que no habría «botas británicas» en Malí. Pese a la negativa, Londres ha sido uno de los primeros países en reaccionar a la petición de ayuda de su aliado. La RAF ha puesto a disposición de la aviación gala sus dos mejores aeronaves para agilizar el traslado de tropas y material. Una de ellas empezó a operar el domingo; la segunda se averió ayer antes de salir.

El Gobierno británico se mantiene abierto a nuevas contribuciones, pero no ha habido más peticiones de Francia. Londres ya tiene preparados aviones espía y 'drones' con distintas capacidades. EE UU podría colaborar también con aeronaves no tripuladas e incluso con el despliegue de efectivos militares de inteligencia. En cuanto a Alemania, parece decidida a olvidar el 'no' rotundo a la intervención en Libia. Aunque se han escuchado las primeras críticas en el país, Berlín ultima el envío de material logístico, médico y humanitario. Bélgica, por su parte, podría autorizar hoy el despegue de un avión de transporte C-130, capaz de aterrizar en una pista de apenas 500 metros.