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De fuerza política a organización armada

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De inspiración marxista-leninista, el Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK) nació el 25 de noviembre de 1978 para que se reconociesen los derechos de los 15 millones de kurdos de Turquía. Abdulá Ocalan, un estudiante de Ciencias Políticas, fue el precursor de la formación, que en un principio apostaba en su mayoría por el desarrollo de actividades culturales y creía que una serie de reformas serían suficientes para cumplir sus objetivos.

Los cauces políticos se torcieron en 1984, cuando el PKK inició la lucha armada para conseguir la independencia del Kurdistán. Desde entonces, unas 37.000 personas -en su mayoría kurdos- han muerto en un conflicto que también ha dejado decenas de miles de aldeas destruidas y cientos de miles de desplazados en el sudeste y este del país otomano.

Durante los años 90, los más duros de la confrontación, las reivindicaciones independentistas del PKK fueron modificadas por las de una fuerte autonomía, una amnistía para los miles de presos y la posibilidad de participar en la vida política. Las peticiones, sin embargo, quedaron en un limbo, sobre todo cuando se produjo en 1999 la detención en Kenia de Ocalan.

Tras varios años de exilio en Siria, el líder y fundador de la organización kurda había sido obligado a dejar ese país por las presiones ejercidas por las autoridades turcas. Aunque inicialmente la Justicia le condenó a muerte, la pena se le conmutó por la cadena perpetua, que cumple actualmente en la prisión de la isla otomana de Imrali.

En su primera intervención ante los jueces, Ocalan pidió perdón a los familiares de los muertos y exhortó a la guerrilla a deponer las armas. De ese modo, la captura de 'Apo' (tío, como es conocido el líder guerrillero) marcó una nueva etapa en el movimiento, que decretó un alto el fuego unilateral y adoptó varias medidas destinadas a mejorar su imagen internacional. En ese sentido, y después de cambiar varias veces de nombre, el grupo finalmente recuperó su denominación original.

Turquía, que como EE UU y la Unión Europea considera al PKK una organización terrorista, se negó a reconocer la tregua y a negociar. Tras un alto el fuego en 2006, ha intensificado sus acciones violentas.