Economia

Oscuros augurios para el año que llega

Junto al avance del paro y la contracción del crédito, solo destaca en positivo el sector exterior El Gobierno mantiene con vistas a 2013 un pronóstico de «suave recesión» que casi nadie comparte

MADRID. Actualizado: Guardar
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Las instituciones y los servicios de análisis prevén que la economía española seguirá en plena etapa de recesión el año que viene. El Gobierno también, pero sus pronósticos, que no ha modificado desde septiembre, auguran una suave caída del 0,5% como media del ejercicio. Nadie comparte estas proyecciones porque tanto la Comisión Europea como el Fondo Monetario Internacional, la OCDE, el consenso de los expertos consultados por la Fundación de las Cajas de Ahorros o el Servicio de Estudios de BBVA opinan que el retroceso del Producto Interior Bruto de España será, como poco, del 1,3%.

Las políticas están para variar las situaciones, argumentan desde el Ejecutivo. Los ministros de Economía y Hacienda, en particular, replican a los analistas que, pese a los actuales tintes sombríos, los cambios emprendidos rendirán frutos. Pero muy pocas de las modificaciones que se avecinan -unidad de mercado, ley de emprendedores, sistema de pensiones, reforma de la administración o del marco energético- están concebidas para aportar beneficios a corto plazo. Algunas se limitan a corregir el tiro, como la que trata de evitar la escalada de un déficit de tarifa eléctrica que supera los 24.000 millones. Y las principales se harán notar en años futuros, como la que introducirá factores de sostenibilidad para calcular las prestaciones por jubilación.

En la recta final de 2012 hay unos pocos signos de que algo está mejorando. Son los avances de productividad, aunque son en buena parte consecuencia de una destrucción de empleo demoledora, de en torno a 800.000 puestos de trabajo. Hay, además, un notable mantenimiento de la cuota exportadora, que revela el dinamismo de las empresas, forzadas a salir al exterior por la atonía de la demanda interna. En sentido opuesto, destacan el débil pulso del consumo y la inversión, las proyecciones negativas sobre el mercado laboral o las dudas sobre la recuperación del crédito.

Caída del PIB por el ajuste

El gasto de las familias españolas va a seguir fuertemente lastrado por las malas perspectivas de empleo, el efecto del alza de impuestos de todo tipo, la necesidad de achicar deuda y la rebaja de la renta disponible. La práctica totalidad de asalariados y pensionistas han perdido poder adquisitivo, porque sus ingresos disminuyen o aumentan a menor tasa que la inflación. Poco o nada se puede esperar de la inversión empresarial en un marco de recesión, caída de beneficios y con empresas que padecen excedente de capacidad productiva, anticipan los expertos.

Exportaciones y turismo

El sector exterior es la gran esperanza para el año que viene, confirmada por los últimos datos del saldo comercial y del turismo. Hasta noviembre viajaron a España 55 millones de visitantes extranjeros, el segundo registro más elevado de la historia. Y el déficit del comercio exterior se redujo un 28% entre enero y octubre. Pero la factura energética cada día pesa más, por la escalada del precio del crudo y las oscilaciones en la cotización del euro. La cotización del petróleo y, sobre todo, el débil pulso de la economía de los principales socios comerciales son los principales riesgos. De momento, todo apunta a que el sector exterior pueda aportar al PIB los 2,3 puntos porcentuales que prevé el Gobierno.

El paro que avanza sin tregua

La proyección del Ejecutivo, que sitúa la tasa de desempleo sobre población activa en una media del 24,3% para el próximo año, ya se ha visto desbordada en el tercer trimestre de 2012, cuando el paro EPA alcanzó una proporción del 25,2%. Ni los más optimistas creen que la destrucción de puestos de trabajo pueda detenerse antes de finales de 2013. Incluso si la población inmigrante se marcha y los jóvenes hacen masivamente la maleta, el mercado laboral seguirá registrando incorporaciones. Por eso se espera una tasa de paro del 26% o superior.

La reforma bancaria

Es un terreno donde se están produciendo grandes cambios y en el que se da por seguro que los resultados del saneamiento no serán inmediatos. Tras la recapitalización de las entidades con fondos europeos, el traspaso de activos tóxicos al banco malo, y una vez iniciado el ajuste de capacidad con cierre de oficinas y recorte de empleados, el sector se enfrenta a un entorno complejo. Hasta los bancos más sanos tienen problemas para desarrollar su negocio en España por el bajo crecimiento, la escasa demanda de préstamos, la elevada morosidad y el caro acceso a la financiación exterior. En 2012 la caída del crédito estará por encima del 5%. Pese a que la morosidad se limita al 3%, el endurecimiento de las condiciones de los préstamos, la eliminación de desgravaciones y el aumento del IVA para la compra de pisos nuevos hacen prever para enero un frenazo de la escasa actividad detectada en este final de año.