Envuelto en la bandera andaluza

«Lo que tiene que hacer Rubalcaba es envolverse en la bandera andaluza como si fuera una bata de cola». La frase la dijo una dirigente andaluza del PSOE esta semana para resumir el sentimiento de triunfo que embarga a los socialistas andaluces después de creer ver al secretario general, Alfredo Pérez Rubalcaba, aprenderse la copla de que esta federación es la que manda en el partido y a la que hay que escuchar y atender.

Tras el comité territorial del pasado día 15, Rubalcaba asumió en una intervención las palabras del vicesecretario general del PSOE-A, Mario Jiménez, cuando este habló de lealtad de abajo hacia arriba y de arriba hacia abajo dentro del partido. Este hecho ha sido valorado por Griñán como un gesto de que el secretario general se ha percatado de la importancia de Andalucía en la estrategia del PSOE, según fuentes cercanas al presidente.

La pugna del PSOE andaluz con la dirección de Ferraz siempre se había interpretado como restos de los rencores por las primarias, cuando los griñanistas apoyaron a Chacón y los críticos a Griñán a Rubalcaba. Incluso se ha querido ver la intención de Griñán de moverle la silla a Rubalcaba. Pero en el PSOE andaluz siempre han dicho que no es esa la película. En el entorno de Griñán molestaba que Rubalcaba y su equipo pasara de los asuntos andaluces y no pusiera en valor que Andalucía «es el territorio más importante que está gobernado por el PSOE en España» y, por tanto, debe servir de «referente» en su estrategia para recuperar votos y en su oposición a Rajoy.

Esta semana pasada se ha visto cómo en el Congreso y el Senado han primado los asuntos andaluces: Los diputados socialistas han criticado la política del Gobierno contra la subasta de medicamentos andaluces y la tasa a los bancos, entre otros temas. También Rubalcaba ha utilizado Andalucía como argumentario en sus críticas a Rajoy.

Es el comienzo. El PSOE andaluz quiere participar en el diseño que Rubalcaba debe hacer de su proyecto político para recuperar la mayoría social y que se recogerá en la conferencia política del próximo año. Más allá de la propuesta de modelo territorial encomendada a Griñán, los socialistas andaluces quieren que Rubalcaba y su equipo defiendan como ejemplos las contrarreformas que la Junta hace a las reformas o recortes de Rajoy. No solo las de bienestar social, sino también las económicas, entre ellas la crítica que un día sí y otro también hace Griñán al objetivo del déficit como panacea para la recuperación económica. El PSOE-A aspira a que las teorías económicas de Griñán sean las del propio partido.

No es una cuestión menor

Pero la federación andaluza va más allá. Trabaja para influir también en el calendario interno del partido con vistas a las primarias que elegirán al candidato a la Presidencia del Gobierno. Griñán se ha decantadado del lado de Rubalcaba para aplazar hasta 2015 la elección del candidato, dejando solos a sus antiguos aliados, como Chacón y Tomás Gómez. Sin embargo, intenta forzar que Rubalcaba diga antes de enero si está dispuesto a ser candidato. «No es una cuestión menor. El partido tiene que saber si el secretario general quiere ser candidato», insiste Jiménez.

Para el equipo de Griñán, si Rubalcaba despeja sus intenciones se aplacaría la rebujina interna entre aspirantes ( González-Page, Madina, Chacón) y el partido se centraría más en hacer oposición a Rajoy. «Si Rubalcaba da ese paso, se desactivaría el debate», aseguran cercanos al presidente. El ejemplo más válido para Griñán es el suyo. Una vez que dijo que estaba dispuesto a volver a ser candidato (en entrevista concedida a Lalia González -Santiago en este periódico en julio), se acabaron las especulaciones sobre posibles sucesores, pese a que en 2016 Griñán tendrá 70 años y la posibilidad de que no lo sea no es baladí. Mario Jiménez insistía ayer a Europa Press en que la elección de Griñán como candidato se hará meses antes de las elecciones.

¿Quiere decir que Griñán apoyaría a Rubalcaba en las primarias si este despeja en enero sus cartas? Fuentes del entorno de Griñán afirman que eso no está decidido. Pero si Rubalcaba lo hace, sí revelaría que asume la influencia andaluza en sus decisiones. Es un paso más.