La dama y el veterano socialdemócrata

El Partido Socialdemócrata alemán (SPD) elegirá hoy oficialmente al candidato nombrado por la cúpula de la formación hace dos meses, el exministro de Finanzas germano, Peer Steinbrück. El congreso federal del partido que se celebra a lo largo del día en la ciudad de Hannover, en el Estado norteño de Baja Sajonia, supone la puesta de largo oficial de la gran esperanza del SPD para destronar a «la mujer más poderosa del mundo». A diez meses de las elecciones generales y a un mes de la primera prueba de fuego en los comicios del 'land' de Baja Sajonia, el político de 65 años de edad quiere extender la idea de que existe una alternativa a la política de la actual canciller, Angela Merkel.

«Merkel es sin duda muy popular, pero solo con popularidad no se ganan las elecciones», afirmó el militante del SPD desde 1969 en una entrevista publicada el sábado en el diario 'Süddeutsche Zeitung'. «A Merkel le falta una brújula de valores. Permite que en la sociedad alemana exista una sociedad paralela que se desmorona», criticó, al tiempo que recordó que en el país hay «un gran número de personas con trabajos mal remunerados que se sienten excluidas y que han perdido su confianza en la democracia». Sin embargo, con brújula o sin ella, la canciller sigue dominando todos los sondeos en intención de voto. La última encuesta de la televisión pública ARD señala que un 49% de los ciudadanos votaría en una elección directa por la mandataria frente a un 39% que lo haría por Steinbrück.

Criticado por la parte más izquierdista del SPD, por verlo demasiado cercano a las élites empresariales y por algunos miembros del partido de Los Verdes que no lo consideran su «socio soñado», Steinbrück cuenta con un gran poder de convocatoria entre la parte central del electorado, algo de los que son conscientes las filas del partido. El SPD espera poder recuperar con él la confianza perdida que les llevó a obtener en los pasados comicios el peor resultado registrado nunca antes por los socialdemócratas alemanes en unos comicios al obtener tan solo un 23% de los apoyos con Frank-Walter Steinmeier como cabeza de cartel.

El alemán natural de Hamburgo y padre de tres hijos tiene ante sí la ardua tarea de encarrilar de nuevo a la socialdemocracia germana tras verse sumida en una crisis de liderazgo desde que el excanciller alemán Gerhard Schröder perdiera las elecciones generales en 2005 frente a Angela Merkel. El partido presidido actualmente por Sigmar Gabriel se vio relegado a un segundo plano de la vida política debido, entre otras cosas, a los polémicos recortes sociales emprendidos por Schröder durante sus últimos años en el poder, recogidos bajo el nombre de la famosa 'Agenda 2010'. También les pasaron factura algunas medidas adoptadas para luchar contra la crisis durante la pasada Gran Coalición formada con la Unión Cristianodemócrata (CDU) de Merkel entre 2005 y 2009, en la que Steinbrück fue ministro de Finanzas.

Trabajos «atípicos»

El candidato socialdemócrata anunció ayer en la entrevista con el prestigioso diario 'Süddeutsche Zeitung', que su programa político se centrará en la «justicia». «El SPD hace bien en poner en primer plano sus valores no negociables que son la justicia, la libertad y la solidaridad», indicó. Para el candidato de más edad en la historia del SPD, que en enero cumplirá 66 años, la política de Merkel de llamar «social» a todo aquello que logra puestos de trabajo demuestra «puro cinismo por parte de ese Gobierno». En su opinión, esa etiqueta «social» significa «minijobs, gente que trabaja ochos horas al día y que gana tan poco que el Ejecutivo tiene que complementar sus salarios». Steinbrück considera «un escándalo» que ochos millones de hombres y mujeres tengan uno de esos trabajos «atípicos».

Aunque el programa electoral no será perfilado hasta mediados de abril de 2013, el SPD ya ha anunciado su intención de abogar por un aumento del impuesto para las grandes fortunas, un salario mínimo por ley y por nuevas regulaciones del sector bancario, con una separación de los negocios de inversión de los negocios comerciales. La formación es conocedora de que su gran baza es su contenido político como demuestra un sondeo publicado por la cadena alemana ARD donde un 44% de los encuestados señalan a Merkel como la principal razón para votar a la CDU, frente a un 7% que alude al contenido político. Mientras que en el caso de los socialdemócratas ese valor desciende hasta un 10%, frente a un 43% que dice que lo importante es el programa electoral.

Sin embargo, el que sería el canciller más longevo si gana las elecciones, tiene un largo camino por delante si quiere hacer sombra a la canciller alemana, cuyos índices de popularidad son el sueño de cualquier político. De momento necesita un nuevo comienzo, después de haber estado rodeado durante los primeros meses por las críticas por sus honorarios percibidos como ponente en conferencias que ascienden a un total de 1,25 millones de euros desde 2009 y de las que Steinbrück se defiende calificándolas de «hipócritas».