CiU elude la independencia en su oferta para las elecciones

Por primera vez en una cita electoral, CiU se compromete a conseguir un Estado catalán y el primer paso será una consulta popular que debe convocarse en los próximos cuatro años. La federación nacionalista presentó ayer en Barcelona su programa, el más ambicioso desde el punto de vista soberanista en 30 años, aunque en las casi 150 páginas del documento no aparece mencionada ni una vez la palabra independencia.

Y es que, el Estado propio dentro de la UE, como señaló el secretario general de CiU, Josep Antoni Duran Lleida, puede ser entendido de «una u otra manera». Es decir, de la forma confederalista, cuyo espejo podría ser Baviera, o el de un estado soberano como propugna Artur Mas, que siempre se compara con Dinamarca o Países Bajos. El concepto, por tanto, puede tener distintas interpretaciones porque el argumentario de CiU es lo suficientemente ambiguo como para que lo pueda asumir un conservador no independentista cansado del trato fiscal que España da a Cataluña como por un soberanista que quiere que Cataluña se desgaje de España.

CiU aspira a la mayoría absoluta y el programa se ha diseñado con el objetivo de atraer votantes de distintas sensibilidades, desde el PP a Esquerra. «Unos nos votarán por la independencia, otros por el Estado propio, otros porque están hartos. Necesitamos que toda la gente vote este programa», dijo Duran.

En cualquier caso, CiU, que se propone «rescatar» a Cataluña del «menosprecio» de España, según Duran, ha consumado el cambio de rasante que lleva tiempo anunciando. El programa adquiere el compromiso de que el «próximo Gobierno de la Generalitat impulsará una consulta la próxima legislatura para que el pueblo de Cataluña pueda determinar libremente y democráticamente su futuro colectivo». No habla de qué pregunta, aquí también es ambiguo, pero señala que «esta consulta se hará de acuerdo con la legalidad que sea necesaria y con toda la legitimidad democrática». Sí o sí, dice Mas con frecuencia.

La primera intención del 'Govern' es consensuar la convocatoria con el Gobierno central. Rajoy cerró la puerta el sábado, pero Duran instó al PP y al PSOE a afrontar los cambios necesarios para que la gente pueda decidir lo que quiere para Cataluña en el futuro.