Apuntes

El dramático día a día de los gaditanos

Cualquier esfuerzo de los dirigentes políticos que no vaya encaminado a reducir las brutales listas del paro es un insulto para los 211.500 parados de la provincia

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El drama del paro que vive esta provincia es tan brutal que hace tiempo que se agotaron los calificativos. No hay palabras para describir un drama sin precedentes en las últimas décadas. Uno de cada tres gaditanos en edad de trabajar está desempleado. O lo que es lo mismo, 211.5000 parados en Cádiz. Y subiendo.

Esta cifra, ya de por sí desalentadora -increíblemente- no es la más dura de todas. La más dura es la que pone negro sobre blanco el infierno diario por el que pasan 70.000 familias gaditanas, en las que ninguno de sus miembros puede trabajar. Huelga decir los dramas a los que se enfrentan cada día, solo paliados por las asociaciones beneficas, la ayuda de otros familiares o, en la mayoría de los casos, la economía sumergida, que cada día es mayor ante el negro presente y futuro con el que convivimos desde que comenzó la crisis.

Urge buscar soluciones. Urge que los responsables políticos de la provincia de Cádiz se unan de una vez, dejando de lado siglas y colores, y trabajen en una línea común. La situación lo exige. Por encima de cualquier diferencia, de cualquier distancia ideológica, está el dar pasos para que este drama -que incluso está empezando a llevarse vidas por delante- acabe. Que se corte esta sangría por la que la provincia se está muriendo. Dedicar cualquier esfuerzo a alimentar una confrontación, a desprestigiar al rival, a las luchas internas como ocurre actualmente en el PSOE, es un insulto para todos esos gaditanos que no tienen un plato que llevar a la mesa de sus hijos o que va a perder su casa a manos de un banco.