El despido de 12.000 mineros agrava el conflicto en Sudáfrica

La decisión de Anglo American Platinum (Amplats) de despedir a 12.000 de sus trabajadores, en huelga desde hace tres semanas, complica el conflicto que afecta al sector minero sudafricano. El mayor productor mundial de platino se enfrenta a la paralización de su explotación en Rustenburg, situada al noroeste de Johannesburgo, y ya había amenazado con adoptar medidas drásticas para hacer frente a las demandas salariales de sus operarios.

Las reclamaciones, consideradas ilegales según las normas laborales vigentes, tienen su precedente en la vecina veta de Marikana, donde las manifestaciones obreras fueron repelidas a tiros por la Policía con un saldo de 46 muertos. La masacre no solo consternó a la opinión pública, sino que produjo un efecto de contagio en el ámbito industrial. Los paros han llegado a las minas de hierro y oro, los 20.000 camioneros de Shell abandonaron el trabajo hace quince días y Toyota ha cerrado temporalmente varias plantas de automoción ante la falta de suministros.

El anuncio de Amplats implica un elevado coste político. La facultad del polémico presidente Jacob Zuma para mediar en la crisis se halla cuestionada por su vínculo con los sindicatos y la organización juvenil del CNA.