Un asalto que hace historia

Si se valora un robo de droga por la cantidad sustraída, el palo cometido el viernes por la noche en el depósito de Cádiz, donde van a parar los alijos intervenidos a los narcos en la provincia, se puede definir de golpe histórico. Jamás unos ladrones se habían llevado tanta sustancia estupefaciente custodiada en el país. Los últimos precedentes en Sevilla y Málaga no llegaban a los 300 kilos; mientras que ahora se indaga el destino de unos 300 kilos de cocaína y otros 100 de hachís.

Pero si la valoración de un asalto de este tipo se hace en función de la maestría en la ejecución del delito, su calificación sería de muy deficiente. Los autores del robo de unos 400 kilos de estupefacientes solo tuvieron que forzar una puerta metálica para acceder a un patio que linda con el depósito por un lateral, situado en la calle Brunete. Después se subieron por una escalera, se colaron por una ventana y forzaron con una palanqueta la puerta principal de uno de los búnker que almacenan más cantidad de droga en España. Suena sencillo, pero no lo hubiera sido si la alarma hubiera sonado en la Comisaría Provincial que se encuentra a menos de cien metros del escenario del robo.

Ayer por la tarde cualquiera que pasara por la calle Brunete podía ver aún algunos de los elementos que utilizaron presuntamente los ladrones para acceder a la cochera del parque móvil del Estado. En el interior de esas dependencias se encuentra el búnker, cuyo emplazamiento es ampliamente conocido por la ciudadanía. La escalera y hasta un carrito de los que sirven para trasladar los fardos de droga estaban allí, como testigos mudo de lo ocurrido.

Según confirmaron a este medio fuentes policiales, el robo se ejecutó el viernes de madrugada. Algunos vecinos de la calle Granja de San Ildefonso, donde se ubica la entrada principal al parque móvil, aseguran que oyeron una alarma sonar dos veces esa noche. No se asustaron porque están acostumbrados a convivir con un almacén de droga que no es ningún secreto. Cada salida o entrada de cargamentos significa la calle cortada, fuerte presencia policial, la llegada de transporte de gran tonelaje y el sonido de las sirenas policiales. Sin embargo, desde la Policía aseguran que no sonó alarma alguna la noche del viernes.

Dos encapuchados en vídeo

En el interior del parque móvil hay varias cámaras de vigilancia. Algunas están dirigidas hacia la zona del búnker mientras que otras controlan la entrada principal. Las mismas fuentes explicaron a LA VOZ que en las grabaciones que ahora se están revisando se observan a dos individuos encapuchados cómo, tras acceder al interior del parque móvil, giraron las cámaras para que no enfocaran hacia el depósito y desde ese momento se pierde cualquier referencia visual que sirva de pista. Las imágenes que capta ese sistema de vigilancia son controladas desde la garita o 'pecera' que hay en el hall de entrada de la Comisaría Provincial; que no dio la voz de alarma en ningún momento ya que el robo se descubrió el domingo, dos días después.

Si bien, el portavoz del Sindicato Unificado de Policía (SUP) en Cádiz, Francisco Camacho, barajaba ayer otra información, aunque precisaba que eran solo «rumores de planta», que señalaban que las cámaras de seguridad directamente no funcionaron. «Si se confirma este hecho, es de tanta gravedad que se deben depurar responsabilidades políticas porque este robo es consecuencia de la dejadez de las administraciones. El llamado búnker de Cádiz debería estar equipado de las mejores y más avanzadas técnicas de vigilancia porque puede ser uno de los almacenes que custodia más droga en España». Una queja que desde el SUP recuerdan que formularon ya hace un año.

Hasta tres veces

Aunque a primera hora de ayer se informó que los ladrones lograron acceder al almacén practicando un butrón en una de las paredes; las mismas fuentes policiales negaron este método y confirmaron a este medio que los autores del robo forzaron la puerta, presuntamente blindada, «haciendo palanca». Al parecer, los dos individuos que captan las imágenes pudieron salir al no poder forzar la puerta y volvieron a entrar con más refuerzos. Los investigadores estudian si los ladrones, que fueron supuestamente más de dos, se colaron hasta tres veces la misma noche para sacar la droga.

También se sospecha que tenían como objetivo hacerse con cocaína, que tiene un valor mucho mayor que el del hachís en el mercado negro, pero que sustrajeron unos cien kilos de 'chocolate' por error. Lo cierto es que este depósito y cuarteles de la Guardia Civil han estado muchas veces atestados de fardos de la droga principal que se incauta en esta provincia y nunca se había intentado un robo de estas características. Sin embargo, se ha ejecutado cuando Cádiz ya es también terreno del narcotráfico de cocaína. Entre los alijos que se guardan en ese almacén está el que incautó la Policía Nacional en alta mar el pasado mes de agosto. Tres toneladas de polvo blanco que fueron noticia a nivel nacional y que pudieron atraer la atención de los ladrones.

En julio, hubo quema

La última vez que se procedió a destruir droga fue el pasado mes de julio. Los alijos solo pueden ser enviados a los hornos para la incineración por orden judicial. A este requisito previo se suma que solo hay en España unas instalaciones autorizadas para la destrucción de estupefacientes y se encuentran en la otra punta del país, en Asturias. Esto ha obligado a los cuerpos policiales a realizar quemas controladas en zonas de playa, alejadas de núcleos poblados.

Aunque el robo se cometió en la madrugada del viernes al sábado, no fue descubierto hasta el domingo. El conductor de una importante autoridad política de la provincia, que fue a recoger el coche oficial para acudir a un acto, se dio cuenta que la puerta del depósito había sido forzada y alertó a los agentes. La calle Granja San Ildefonso se llenó de inmediato de agentes del Cuerpo Nacional. Si bien, un equipo procedente de la Comisaría General de Madrid son los que han tomado las riendas de la investigación.

La delegada del Gobierno en Andalucía, Carmen Crespo, reconocía en rueda de prensa, en la que apenas aporto datos «para no influir en el trámite de la investigación», que este tipo de almacenaje supone «un peligro tremendo»; por lo que el Ministerio del Interior y el Consejo General del Poder Judicial trabajan desde «hace nueve meses» para que estos depósitos se «minimicen», de cara a que solo se guarden unas muestras, las necesarias para la investigación judicial.

Este robo se conoce el día antes de la celebración del patrón del Cuerpo Nacional, los Santos Ángeles Custodios, cuyo acto oficial tendrá lugar este mediodía e inevitablemente estará marcado por un robo que ya ha entrado en la historia negra española.