El PSOE local, ante la descongelación

El próximo jueves 27 de septiembre, el PSOE gaditano afrontará el enésimo asalto contra su aislamiento, un peculiar estado de congelación que le mantiene en agitación constante dentro de una esfera helada que le aisla del resto de la sociedad gaditana, que cada vez le atiende menos como demuestran los resultados electorales en las últimas cinco elecciones municipales y las cuatro derrotas consecutivas en las urnas de cualquier tipo de convocatoria.

Los socialistas de la capital están llamados ese día a relevar a su dirección. Federico Pérez Peralta, secretario general local durante ocho años, vencedor de las dos últimas citas internas en 2004 y 2008, ha renunciado a la posibilidad de una tercera etapa. Eso sí, antes de decir adiós señaló a Marta Meléndez, portavoz municipal y última candidata a la Alcaldía, como su representante en esa tierra agitada pero inaudible que es el socialismo local. Ella, como aspirante a la secretaría general, encarnará al propio Chiqui, al ya relevado González Cabaña y a esa corriente de modos clásicos, veteranos, que se ha dado en llamar 'Pizarrismo' en el afán de simplificar el eterno rompecabezas de un partido que lleva años pendiente de encajar.

La candidatura oficialista (sólo en lo local porque se le supone rebelde frente a la nueva dirección provincial de Irene García y al 'griñanismo' en Sevilla) que representa Meléndez tiene como argumento evitar la «bicefalia», es decir, conseguir que el jefe del partido y el del grupo municipal sean la misma persona. Es una idea sorprendente por cuanto esa situación no se ha dado durante los últimos ocho años sin que nadie la añorase ni la lamentara en público.

Esa designación, cuasi monárquica, de Marta Meléndez por parte de Pérez Peralta ha sacado a la luz la división que hace meses existe en el grupo municipal socialista. Gonzalo Pando, representante de un influyente y amplio sector de militantes en la capital, y Fran González, ambos concejales, decidieron no respaldar a la portavoz y tirar por otro lado.

De hecho, el segundo, el edil Francisco González, prepara su candidatura -aún pendiente de confirmación y anuncio oficiales- para aspirar también a la secretaría local. Para demostrar que sus modos son distintos, su primer paso consistió en dimitir de su cargo de secretario en la ejecutiva a través de una carta que remitió, primero a los militantes y, de forma simultánea a medios y redes sociales.

González, el probable segundo candidato por ahora, representa a la oficialidad provincial y regional ('griñanismo'), está respaldado por Fernando López Gil (delegado de la Junta), por Irene García (secretaria general provincial y portavoz en Diputación) y por Raquel Arenal (que desequilibró a favor de esta corriente el relevo de Cabaña). El batiburrillo interno es tal que Fran González, el más joven de los aspirantes, sería el hombre oficial, el del partido, a escala provincial y andaluza, pero es un 'crítico' a escala local, porque los responsables del PSOE gaditano actual están enfrentados a sus mayores en la provincia y en Sevilla.

La tercera vía ¿Y la cuarta?

Como tercera opción, sorprendente y teóricamente ajena a los grandes grupos internos de poder, ha irrumpido José Ramón Ortega. Presente en la última candidatura municipal y conocido por su trabajo en Facua. Asegura que llega para romper las inercias y falta calibrar los apoyos con los que contará para saber si su presencia es anecdótica o relevante.

Esa incógnita, como la victoria final de los dos candidatos precedentes, dependerá del reparto de la gran cantidad de apoyos que aún están pendientes de elegir opción. Desde dos de los que fueron aspirantes a la secretaría general en 2008 (Blanca Flores y Francisco Piniella), hasta veteranos que aparentemente han pasado a la reserva, en segunda línea pero con una capacidad aún de primera, como Rafael Román, Emilio Aragón, Blanco y hasta una quincena de otros nombres de siempre. Tampoco es descartable aún que eludan sumarse a ningún candidato y conformen una cuarta candidatura.

Tanto Meléndez, como Fran González, como Ortega y todos los militantes veteranos o jóvenes tienen un reto común. Su objetivo es romper la cúpula de la discusión interna para presentarse como alternativa, como una posible colaboración ante miles de votantes, no afiliados ni necesariamente simpatizantes, que con sus papeletas parecen entender que los socialistas gaditanos atienden primero a sus intereses personales, luego a los de partido y, finalmente, los colectivos. 30 años de poder en la Junta y la Diputación crearon marañas de clientelismo particular que cuesta romper y los propios socialistas parecen paralizados.

Miles de gaditanos, en silencio, al margen, están a la espera que salgan de la hibernación para dar la vuelta a esa escala de prioridades. El jueves día 27 de septiembre, nueva oportunidad.