La directora de Unicef España, Paloma Escudero, en la sede del organismo humanitario en Madrid. :: ÓSCAR CHAMORRO
Sociedad

«El niño en riesgo de pobreza crece en la inseguridad y la culpabilidad»

La responsable de este organismo pone la lupa en un problema que se desconocía porque no es una «prioridad social» Paloma Escudero Directora de Unicef España

MADRID. Actualizado: Guardar
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Paloma Escudero (Madrid, 1966) lleva toda la semana inmersa en la vorágine mediática, alertando de la pobreza en la que viven cerca de 2,2 millones de niños en España, según un informe publicado por Unicef. Esta mujer de acción lleva siete años al frente del organismo humanitario, poniendo la lupa en los problemas a los que muchos les incordia. No cede al desaliento, mira al futuro con optimismo e intenta despertar conciencias a golpe de la realidad más cruda: «La pobreza de hoy tiene rostro de niño».

-Esta afirmación evidencia una situación muy dura. ¿Cuál es la realidad de los niños en España?

-Por primera vez la infancia es el colectivo de mayor pobreza. Un 26% de los menores de 18 años viven en hogares con ingresos menores a lo que se considera riesgo de pobreza en España (15.820 euros). Hasta hace muy poco era la tercera edad la que estaba en esa situación, pero desde hace unos años se decidió que esas personas debían estar protegidas ante determinadas medidas. Durante la crisis la infancia ha permanecido invisible, no se ha puesto en el corazón de esas actuaciones anticrisis. Por eso, hacemos una llamada de atención.

-Cerca de 2,2 millones de niños viven por debajo del umbral de la pobreza. ¿Qué significa para un niño ser pobre en España?

-No significa no tener que comer, sino tener una alimentación de peor calidad; no significa no poder ir al colegio, pero sí un menor acceso a actividades extraescolares y así, un mayor fracaso escolar. Aunque, sobre todo, el riesgo para un niño que vive en una familia donde los ingresos han menguado es que crece con una mayor sensación de inseguridad, que muchas veces se traduce en sentimiento de culpabilidad porque no puede ayudar a su familia.

-¿Estos niños son conscientes de la situación que se vive en su casa?

-Totalmente. Hemos entrevistado a más de 6.000 niños y es sorprendente con qué responsabilidad hablan sobre las situaciones complicadas que se viven en casa. Les preguntamos: '¿Si tuvieses dinero a qué lo dedicarías?'. Pocos se comprarían una consola, frente a una mayoría que ayudaría a su familia. Nos dan una lección, porque son menos materialistas de lo que nosotros pensamos y muy conscientes de la realidad que les rodea.

-¿Hay que hacerles partícipes de la situación?

-Los padres somos muy sobreprotectores. Muchas veces intentamos que ellos no se den cuenta, que no se les altere su vida diaria. Sin embargo, los niños lo intuyen y al no poder tratarlo con sus padres les genera preocupación. Esa inestabilidad familiar puede afectarles psicológicamente.

-¿Qué futuro les espera a los niños que viven ahora en la pobreza?

-Cualquier decisión que se tome a corto plazo va a tener un enorme impacto en el futuro. Por eso actuar ahora, poniendo a la infancia en el corazón de las políticas sociales y económicas, es algo que nos va a beneficiar a largo plazo. La experiencia nos dice que cuando se toman decisiones pensando en las personas más vulnerables, la salida de la crisis viene antes, pero sobre todo es mucho más duradera. Una sociedad que apuesta por esto será más sostenible y equitativa en el futuro.

-¿El Gobierno se ha puesto en contacto con ustedes?

-Nos hemos reunido con altos cargos del Ministerio de Asuntos Sociales y el Gobierno se compromete a que estos problemas estén en el Plan Nacional de Inclusión Familiar. Ahora lo importante es que realmente haya un esfuerzo por parte del Gobierno y del Parlamento para poner medidas en marcha.

-¿Cuáles serían las más necesarias?

-Nosotros proponemos proteger la inversión en la infancia; poner a los niños y sus familias en el núcleo de las decisiones políticas; garantizar la coordinación, la eficacia y la coherencia en la gestión de las acciones que se lleven a cabo; y la elaboración de un Plan Nacional contra la Pobreza Infantil. Queremos que cualquier decisión debe tener en cuenta su impacto en la infancia.

-¿Solo dinero o algo más?

-No hablamos solo de dinero, entendemos la difícil situación que atraviesa el país, por eso muchas de las acciones que se pueden hacer son baratas, pero si se hacen de forma coordinada y eficiente serán enormemente efectivas. Nosotros no hacemos propuestas en base a presupuestos, sino a prioridades que beneficien al niño.

-¿Era un problema desconocido por la sociedad?

-Sí, porque ha faltado una prioridad social. Por eso era tan importante sacar a la luz estos datos y decir que si no actuamos pronto no podremos frenarlo.