A MESSI LO QUE ES DE MESSI

De quién es esta imagen y esta inscripción? Del César. Pues dad al César lo que es del César y a Dios lo que es de Dios». Con esta respuesta quedaron admirados, y dejándole, se fueron. Esta cita bíblica (Mt 22, 20-22) sirve para encuadrar -figuradamente, por supuesto- un capítulo más del perpetuo romance que vive Leo Messi con el fútbol en general, en el que muchos le veneran como a un auténtico 'dios', y el Barcelona en particular, cuyos aficionados vieron hace unos días cómo el argentino se convertía en el máximo goleador de la historia de club al superar, precisamente, a otro César. Le faltaba un gol ante el Granada e hizo tres. Y después otro que le 'regaló' el Mallorca este fin de semana para redondear los 235 que acumula en estos momentos. Se ha detenido en 235, pero amenaza con romper todos los registros posibles de aquí hasta que se retire. Imposible vislumbrar la dimensión de este futbolista. Sí, todos sabían que iba a ser grande, pero no tanto. Todos sabían que era bueno, pero no tanto. Todos sabían que iba a marcar una época, pero no la historia, como está haciendo. Messi está reinventando el fútbol. Es el futbolista más desequilibrante. Los partidos solo se nivelan si tiene molestias físicas (sufre pocas) o juega media parte con cada equipo (norma que todavía no se ha inventado, pero que lo mismo lo votan sus rivales). El Granada metió tres goles en el Camp Nou (solo Osasuna, Atlético de Madrid y Betis habían conseguido hacerle tres goles al Barcelona de Guardiola) y Messi hizo otros tres. Los adversarios se pelean por conseguir su camiseta, sus compañeros se enorgullecen de compartir vestuario con él, su entrenador da las gracias por poder tenerle a sus órdenes y Messi, lejos de actuar como un patricio, sigue manteniendo su condición de plebeyo rosarino. Se acabaron la dudas sobre su rendimiento con Argentina, su irregularidad y el debate de su tratamiento hormonal cuando era un niño. Ha llegado la hora de darle a Messi lo que es de Messi.