Diego Valderas promete poner la economía «al servicio de la mayoría social»

El candidato de IULV-CA a la Presidencia de la Junta de Andalucía, Diego Valderas, señaló ayer que si tiene fuerza suficiente a partir del próximo 25 de marzo, va a «mandar obedeciendo al pueblo», a la par que se comprometió a impulsar el sector agroalimentario, «dañado» tras el acuerdo de la UE con Marruecos, así como a impulsar la economía social al servicio de la mayoría.

En un acto público en Almería, acompañado por el coordinador federal, Cayo Lara, los dirigentes de IU en la provincia y arropados por unas 300 personas, Valderas aseguró que «desde la coherencia» va a poner la economía «al servicio de la mayoría social» con el objetivo central de crear empleo y de impulsar sectores estratégicos que relancen la economía.

En esta línea, abogó por alcanzar un gran acuerdo económico y social al que estén ligadas todas las organizaciones que «quieran marcar un nuevo futuro», impulsar el instituto del crédito andaluz y la banca pública con el fin de repartir la riqueza, indicando además que este gran acuerdo tiene que significar «la reforma de la economía productiva y social, crear empleo y acabar con la pobreza en Andalucía», y se comprometió a impulsar medidas en apoyo al sector agrario.

Así, para realizar estas propuestas de «izquierda», Valderas pidió el voto a los ciudadanos de izquierdas y a aquellos que se sienten «defraudados» por el gobierno socialista y popular, ya que IU, a su juicio, es «la única fuerza política que puede derrotar a la corrupción y parar la ola azul en Despeñaperros y desbancar el rosa desteñido del Palacio de San Telmo».

A l mismo tiempo aseguró que Andalucía es «uno de los principales territorios del estado», por lo que enfatizó que «no podemos tener una Andalucía sumisa» con el candidato socialista, José Antonio Griñán, ni con el popular, Javier Arenas, pidiéndole a este último que «no cuente cuentos chinos».

«IU sale a gobernar, no para quedar terceros», aseguró Valderas, a la par que añadió que «si el pueblo nos pide que nos mojemos en harina, nos mojaremos en harina, con el fin de que las políticas que reinen sean las que pida el pueblo».

Valderas insistió en que «solo con la izquierda se puede salir de la crisis desde una posición social y de solidaridad». En este punto, manifestó que esta campaña está marcada por la crisis, pero «una crisis que es una estafa».

En otro orden de cosas, para el candidato de IU, la reforma laboral es «muy peligrosa» por lo que instó a los ciudadanos a salir a la calle hoy domingo, el próximo día 25 para votar y el día 29, ya que esta reforma «nos retrotrae al sindicato vertical».

La encrucijada andaluza

Por su parte, el coordinador federal de IU, Cayo Lara, aseguró que Andalucía se encuentra en «una encrucijada», pero los andaluces «quieren un cambio y hay que entrar en el Parlamento andaluz para levantar las alfombras», refiriéndose al caso de los expedientes de regulación de empleo, pero ese cambio «no puede venir de la derecha» porque el presidente del Gobierno central, Mariano Rajoy, «se ha encargado de demostrar como gobierna y no ha ido bien».

Cayo Lara remarcó que si el PP obtiene en Andalucía la mayoría absoluta, «se legitimarán las políticas de Rajoy y su gobierno tendrá carta blanca». Por ello, insistió en que los andaluces «tienen en su mano cambiar, que prueben el gobierno de IU y si no les gusta, pues que nos echen, pero que nos prueben», enfatizó.

Por otro lado, Lara se refirió al anuncio de huelga general y criticó que Rajoy haya dicho que «los sindicatos no le hayan dado ni los cien días de gobierno cortesía», a lo que Lara contestó que «qué cortesía ha tenido él con los ciudadanos» al aprobar medidas como la reforma laboral. Por eso, llamó a los ciudadanos a «parar el país un día para trabajar con dignidad el resto del año».

Del mismo modo, el coordinador federal criticó las medidas llevadas a cabo por el Gobierno del PP que «cargar la crisis sobre las espaldas de los trabajadores cuando los bancos están especulando con nuestros recursos», mientras que al Gobierno central «se le llena la boca hablando de patria de hojalata».