El ministro García-Margallo en su comparecencia ante la comisión de Asuntos Exteriores del Congreso el 22 de febrero. :: J. C. HIDALGO/EFE
ESPAÑA

Exteriores acelera las gestiones por los rehenes ante la inestabilidad en Malí

El levantamiento tuareg al norte del país, donde están los cooperantes, y la respuesta de Argelia elevan la tensión armada en la zona

MADRID. Actualizado: Guardar
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El viaje relámpago que realizó el sábado el ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel García-Margallo, a Bamako, capital de Malí, pare reunirse con el presidente del país sirvió para acelerar las gestiones diplomáticas a fin de liberar a los cooperantes secuestrados en octubre en los campamentos de Tinduf, al sur de Argelia.

En la reunión, Margallo conoció de primera mano que Ainhoa Fernández de Rincón, Enric Gonyalons y la italiana Rosella Urru se encontraban en buen estado, lo que venía a confirmar la prueba de vida que recibió de los mediadores del secuestro el pasado 15 de febrero.

No obstante, pese a que el desenlace parece cercano, según las fuentes consultadas, existe el temor de que la inestabilidad que vive el norte de Malí, donde se encuentran retenidos los cooperantes, paralizase la negociación, de ahí que Margallo viajase en personas a Bamako para intensificar los contactos.

Un alto funcionario del gobierno de Amadou Toumari Touré, con el que existe una excelente relación diplomática desde la resolución del secuestro de los cooperantes catalanes en agosto de 2010, señaló que la tensión en el norte del país debido al levantamiento armado tuareg que estalló el pasado enero «pone en peligro la vida de los rehenes occidentales secuestrados por Al-Qaida en el Magreb Islámico», que, según las autoridades malienses, colaboran con los tuareg.

Mujao

Es más, el sábado se produjo una atentado con coche bomba en una comisaria de Tamanrasset, ciudad del Sáhara argelino conocida por sus lugares turísticos, que se saldó con una treintena de heridos. El ataque se lo atribuyó el Movimiento Unidad y Yihad en África del Oeste (Mujao), el grupo que mantiene secuestrados a los cooperantes y exige diez millones de euros por cada uno para su liberación, según la agencia France Presse.

La respuesta del Gobierno argelino no se hizo esperar y el primer ministro Unyajia prometió ayer «eliminar a los criminales» y reforzar la seguridad en la zona de cara a las elecciones legislativas de mayo, lo que augura próximas acciones armadas del Ejército argelino.

El medio local 'Sahara Media' recogía que la negociación para liberar a los secuestradores se resolvería con dinero y con el canje de presos yihadistas que se encontrarían en Malí o Mauritania.

Ya ocurrió con los cooperantes catalanes Alicia Gómez, Roque Pascual y Albert Villalta. Entonces distintas fuentes señalaron que se pagó entre cuatro y diez millones de euros por su liberación y que, a cambio, se excarceló a uno de los secuestradores y a tres miembros de Al-Qaida en el Magreb Islamíco.

Las negociaciones entonces las lideró Mustafá Chafi, consejero del presidente de Burkina Faso, designado por AQMI. Este fue a buscar a los rehenes y los trasladó a una ciudad de Burkina Fasso, donde les esperaba la exsecretaria de Estado de Cooperación Internacional Soraya Rodríguez.