MAFIA

Y nos quedamos tan anchos, oiga usted. O sea que la mafia es la principal empresa de Italia, según conocíamos ayer. Lo curioso del caso es, y corríjanme si me equivoco, que a nadie le ha pillado por sorpresa. Vamos a ir un poco más allá, hasta donde la imaginación nos lo permita. ¿Creen ustedes que una empresa tan rentable, como nos dicen, no tendrá franquicias por toda la zona euro? La respuesta nos la callamos para que no se nos acuse de acusadores; ustedes callen y otorguen, yo sigo preguntando cual fiscal de la conciencia colectiva. ¿No cree, querido lector, que el comportamiento mafioso, «si estás conmigo tienes protección, si no, atente a las consecuencias», es perfectamente exportable? A mí, particularmente, me suena haberlo oído muchas veces y no lejos. Voy a arriesgar. Todos tenemos un mafioso dentro, los siento, había que decirlo; todos somos del clan, de familia, de manada, de gueto. No miremos para otro lado, amigos, que en las películas de mafiosos, sobre todo si están protagonizadas por Al Pacino o Robert De Niro, nadie se identifica con los policías. A ver, que tampoco digo que nos parezca bien el tema de las cabezas de caballo ensangrentadas en la cama, ni los ametrallamientos a plena luz del día, no; pero te atrapa esa sensación de protección que inspira la mafia. El problema de esa empresa tan rentable es que no puedes salir a fumar a la calle, porque te revientan tus mismos compañeros. ¿Se reconoce usted en esta frase? «Yo haría lo que fuera por proteger a mi familia». ¿No es la filosofía de la mafia? Ya sé que estoy arriesgando, no me juzguen, simplemente intento comprender cómo en la Europa de la Merkel, de las facturas, de las inspecciones fiscales y de la agencia de calificación Moody's pueda existir la mafia de las películas. Y es extraño, con la pinta de buen hombre que tenía Berlusconi, emanaba democracia por cada poro de su piel estirada. ¿Cómo es posible que pudieran convivir la mafia y él en el mismo país? Nunca te dejas de sorprender. Pasen buen día y sigan pagando los seguros de vida, ¿mafia blanca? Cerraré la boca por hoy.