Sus Majestades encaran la crisis

La mirada ilusionada de un niño la noche de Reyes no entiende de crisis, de prima de riesgo y de Magos. Un año más, miles de ciudadanos salieron ayer a las calles de las distintas localidades de la provincia para olvidar por unas horas los sinsabores de la vida cotidiana y disfrutar de la oportunidad de contemplar a sus Majestades de Oriente antes de que se cuelen sigilosos en sus casas, para dejar los regalos que se merecen.

Los esfuerzos de austeridad a los que se han visto obligados los ayuntamientos, se vieron compensados con la ilusión y la inocencia con que los niños admiraban a los Magos.

En cada ciudad, Melchor, Gaspar y Baltasar repartieron caramelos, juguetes, pero sobre todo, ilusión y magia. En El Puerto, sus Majestades partieron en torno a las seis de la tarde de la plaza del Polvorista en un cortejo formado por doce elegantes carrozas, en las que les acompañaba La Estrella de Oriente, (encarnada por Mar Vázquez), el Cartero Real (Joaquín Bellido) y el Gran Visir (Manuel Pérez 'El Trompeta'), que no escatimaron en regalar sonrisas, además de las golosinas; más de 12.000 kilos de caramelos, que endulzaron la tarde más mágica del año.

En San Fernando, ante de su recorrido por la ciudad los Reyes visitaron las residencias de Cruz Roja, San José, Afa Vitae y Vitalia. Con tanto ajetreo y una agenda tan ocupada, no es de extrañar que luego tuvieran que hacerse esperar una hora para iniciar la cabalgata. Llegaron por mar, en una barca tipo lima, al muelle de Gallineras y después se dieron un baño de multitudes por las calles de La Isla, acompañados de once carrozas, pasacalles, un tren cargado de pastores y la Agrupación Musical Municipal. En la plaza del Rey, la adoración del Niño Jesús y el encendido de la estrella de Oriente estuvo acompañada por fuegos artificiales.

Manny Manitas, Winnie The Pooh, y el Soldadito de Plomo fueron algunos de los personajes protagonistas de la cabalgata de Chiclana, en la que doscientos niños echaron una mano a los Reyes desde las carrozas para compartir las ocho toneladas de caramelos. Este año, se lanzaron también miles de juguetes en el recorrido, en lugar de hacerlo en la Plaza Mayor, donde sí se dieron los premios a los 12 niños galardonados por su cartas al Cartero Real. En la iglesia de San Juan Bautista, el alcalde, Ernesto Marín y el presidente de la Asociación de Reyes Magos, Juan Izquierdo, acompañaron a sus Majestades en la adoración al Niño Jesús y después visitaron el convento de Sor Ángela de la Cruz.

También en la Sierra, sus Magos de Oriente visitaron la residencia de ancianos de Villamartín y a los enfermos en el hospital Comarcal Virgen de las Montañas, a los que llevaron todo tipo de regalos y un importante apoyo. Por la tarde, las calles de la localidad serrana se vistieron de fiesta con la cabalgata, en la que se repartieron más de cuatro toneladas de caramelos, y tres millares de balones y juguetes. En Arcos, las seis carrozas del cortejo real se llenaron de motivos infantiles , juguetes, peluches, pelotas y balones de reglamento que se regalaron a miles de niños y mayores que no quisieron perderse esta visita tan especial. Este año Melchor, Gaspar y Baltasar llegaron en el tren turístico.

En Jerez, tras su coronación en el Alcázar, el séquito real partió de Ifeca para su visita anual a los niños jerezanos, que se apostaron en cada esquina para recoger la lluvia de caramelos con paraguas al revés. Debido a la crisis, los camellos, las ovejas y el elefante de otros años se sustituyeron por pasacalles de dibujos animados, aunque sí volvieron a abrir el cortejo los caballos de los tuaregs. Las carrozas, que este año eran 15 en lugar de 19, concluyeron su desfile en el Belén Monumental de Santo Domingo, donde el Rey Gaspar entonó su discurso y recordó a los niños que debían costarse pronto, para que la magia se hiciera realidad otro 6 de enero.