La nueva delegada en Andalucía, Carmen Crespo, junto a Griñán y la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría. :: AFP
ANDALUCÍA

La delegada del Gobierno y Soraya Sáenz piden a la Junta unidad contra la crisis

Carmen Crespo reclama también «altura de miras» en la campaña electoral para evitar la confrontación institucional

SEVILLA. Actualizado: Guardar
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La toma de posesión ayer en Sevilla de la nueva delegada del Gobierno en Andalucía, Carmen Crespo, escenificó el regreso del PP al máximo poder institucional en esta Comunidad. Alcaldes del PP de las capitales de Almería, Málaga, Córdoba, Huelva y Cádiz y de otras ciudades, parlamentarios y dirigentes de este partido, con Javier Arenas a la cabeza, arroparon a la exalcaldesa de Adra. La presencia de Soraya Sáenz de Santamaría dio al acto la expectación que hacía tiempo no se veía en la sede del Gobierno en la plaza de España. Todos querían hacerse fotos con la todopoderosa vicepresidenta del Gobierno.

Tanto Crespo como Sáenz de Santamaría reclamaron unidad de las instituciones y pidieron expresamente la colaboración de la Junta de Andalucía para la lucha contra la crisis y el paro. «Tiendo la mano a todos, especialmente a la Junta de Andalucía, porque de todos depende el bienestar de esta comunidad», dijo Crespo en su discurso tras la toma de posesión. «Es tiempo de aunar esfuerzos», añadió después la vicepresidenta del Gobierno.

El presidente andaluz, José Antonio Griñán, presente en el acto, no pudo responder a la petición, ya que el protocolo le dejó fuera de los discursos. Al representar Sáenz de Santamaría al presidente, Mariano Rajoy, se convirtió en la máxima autoridad y cerró el acto. Griñán, no obstante, ya ofreció días pasados lealtad institucional al Gobierno de Rajoy contra la crisis.

El Ejecutivo tiene una razón poderosa para buscar alianzas en la Junta. Este próximo viernes aprueba el decreto de medidas y ajustes para cumplir con el déficit. Entre ellas puede que esté la congelación del salario de los funcionarios, aunque Soraya Sáenz de Santamaría prefirió extenderse en la normalización de las pensiones, ya que se levantará la congelación que aprobó Zapatero de las más altas. La vicepresidenta recordó que en Andalucía serán casi 900.000 del 1,5 millones las pensiones que serán actualizarlas. Sobre el ajuste, Sáenz de Santamaría habló de trabajar por un «pacto de austeridad» y de «hacer más con menos» con el principal objetivo de crear empleo, sin avanzar ninguna otra medida.

Nexo de unión

Soraya Sáenz sí insistió en apelar a la solidaridad institucional y explicó que el perfil de la delegada del Gobierno está elegido adrede para propiciar el entendimiento entre las administraciones que reclama y como «nexo de unión» con ellas. De Carmen Crespo, la vicepresidenta destacó su «moderación» y su capacidad de «diálogo», además de ensalzar su «brillante experiencia» como alcaldesa y parlamentaria. Con anterioridad la nueva delegada del Gobierno en Andalucía también piropeó a su jefa política: «Es una mujer hecha a sí misma, será una guía para mí». Crespo añadió que asume este reto profesional con «lealtad, humildad y responsabilidad para trabajar por todos los andaluces».

El PP también quiso transmitir ayer al Gobierno socialista de Griñán que no use la confrontación como arma política tras conocerse los ajustes del viernes porque ello se vería como una excusa para sacar rédito electoral cara a las elecciones andaluzas. «Estamos en un periodo electoral y entre todos estaremos a la altura de las circunstancias», advirtió Carmen Crespo.

Javier Arenas fue máx explícito al ser preguntado por los periodistas sobre la oferta de diálogo a la Junta. «Espero que diga que sí y renuncie a las confrontaciones estériles en la precampaña que empieza dentro de unos días», señaló.