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Ayudar sí da la felicidad

Sacerdotes, bomberos y fisioterapeutas son los profesionales más satisfechos, según una investigación de la Universidad de Chicago

NUEVA YORK. Actualizado: Guardar
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El dinero no da la felicidad. Trabajar para ayudar a los demás, sí, al margen del sueldo o de la consideración social que tenga una ocupación. Un estudio de la Universidad de Chicago publicado por 'Forbes' ha descubierto que no hay gente más satisfecha que los sacerdotes y los bomberos, personas cuyos trabajos están estrechamente ligados a la suerte de las personas o de una comunidad. Por el contrario, otros que ostentan títulos pomposos como director de tecnología de la información o mánager de ventas y mercadotecnia se hallan en la lista de los más desgraciados.

Tener conciencia de ayudar a la gente es la materia prima de la satisfacción unánime que muestran los curas y un 80% de los bomberos consultados. No es extraño por ello que los fisioterapeutas, cuya ocupación alivia el dolor físico de los demás, completen el podio de los trabajadores que se sienten más afortunados.

El placer de escribir

En cuarto lugar se hallan los escritores. Aunque la remuneración que reciben por sus creaciones suele ser muy baja y en algunos casos hasta inexistente, la autonomía que da el plasmar sobre un papel en blanco las ideas surgidas de la propia mente produce periodos de gran felicidad, apuntan los autores del estudio. El quinto puesto es para los profesores de educación especial. Si a uno no le mueve sólo el dinero, puede ser una profesión muy gratificante.

Les siguen los maestros, pese a los recortes en la enseñanza y una conflictividad cada vez más habitual en Estados Unidos. Este trabajo continúa atrayendo a jóvenes idealistas, aunque un 50% de los nuevos profesores abandonan antes de los cinco años de ejercicio. Ser artista, como escultor o pintor, también reporta una gran satisfacción, pese a las dificultades para vivir de ello. También ser psicólogo. Este gremio «puede ser capaz o no de resolver los problemas de la gente, pero parece que ellos han logrado solucionar los suyos», señala la investigación.

En medio de profesiones de corte social se cuela de pronto en el ránking la de vendedor de servicios financieros: un 65% de los consultados se declaró feliz con la función que desempeñan. Algo puede tener que ver con ello que muchos superen los 90.000 dólares al año (66.500 euros) por trabajar 40 horas a la semana en un confortable ambiente de oficina.

Cierran la lista de los que se sienten a gusto con su traje profesional los operarios de maquinaria pesada, para quienes manejar excavadoras o grúas resulta, al parecer, bastante entretenido.

Entre los trabajos más odiados se encuentran algunos de los mejor pagados y socialmente reconocidos. Una clara combinación de carreras donde el rendimiento personal está asociado a los logros económicos, como en el mundo de las ventas y el márketing, con largos horarios, fuerte presión por los resultados y una rutina alejada del contacto humano.