Los ministros de Economía alemán, Schaeuble, y francés, Baroin, conversan con Elena Salgado. :: EFE
Economia

La UE acuerda recapitalizar la banca con 100.000 millones

España, Italia y Portugal consideran excesivo el requerimiento del 9% de capital principal a las entidades financieras, que pretenden imponer el resto de sus socios

BRUSELAS. Actualizado: Guardar
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La UE alcanzó ayer un acuerdo preliminar para intentar devolver la estabilidad a la zona euro. Los ministros de Economía de los Veintisiete pactaron las líneas maestras de la recapitalización de la banca diseñada para disipar las dudas en el sector y tranquilizar a los mercados. Las principales entidades financieras del continente tendrán que fortalecer sus cuentas con 100.000 millones de euros.

El pacto, integrado en el paquete global que busca reconducir la crisis de la deuda, se logró sobre la base de los test de estrés hechos públicos el pasado julio. En aquel ejercicio, muy criticado, se estableció que los bancos debían contar como mínimo con un 5% de capital de máxima calidad. Los socios comunitarios apostaron ayer por elevarlo hasta el 9% de manera temporal para las grandes entidades, aquellas que puedan representar un riesgo sistémico.

El porcentaje exacto no acabó de cerrarse porque España, Italia, Portugal y el BCE creen que un 9% es excesivo. El Gobierno español, al igual que hizo sin éxito con los test de estrés, también reclama que se tengan en cuenta las provisiones genéricas a la hora de contabilizar ese capital de máxima calidad.

Los presidentes de la UE adoptaran un pacto final en su cita de hoy en Bruselas. La decisión afecta a las cinco grandes entidades españolas: Santander, BBVA, Caixabank, Bankia y el Popular, que podrían tener que aumentar su ratio de capital principal.

Con esa nueva exigencia, la UE calcula que el sector financiero necesitará una recapitalización de 100.000 millones. En principio, las entidades que no superen la barrera del 9% tendrán que buscar el dinero en los mercados. Si les fuera imposible por las actuales restricciones en la liquidez, el segundo escalón sería una inyección de fondos a nivel nacional, el FROB en el caso español. Los Veintisiete solo contemplan financiación comunitaria como «último recurso».

Tres y seis meses

Aunque todavía no se han difundido los plazos, la banca tendría entre tres y seis meses para sanear sus cuentas a nivel privado. En un movimiento enfocado a que se restaure la confianza en el sector, los socios también acordaron contabilizar de forma más estricta la exposición del sector a la deuda soberana. En los test de estrés este factor apenas tuvo reflejo, una circunstancia que contribuyó a devaluar el ejercicio. Ahora, se habría decidido que la banca tenga en cuenta el precio actual de su cartera de bonos en el mercado, lo que en el caso español supondría un descuento del 5% por la devaluación de la deuda nacional.

La necesidad de recapitalizar a la banca se colocó al frente de las preocupaciones de la Eurozona después de que el sector, especialmente en Francia, sufriera los embates de los mercados. Además, la situación se agravó con el descalabro de la entidad franco-belga Dexia, que ha tenido que ser rescatada por segunda vez. El FMI llegó a calcular que Europa necesitaría 200.000 millones para apuntalar a las entidades, una cifra que ayer se rebajó a la mitad. Algunos analistas consideran que la medida puede provocar una mayor contracción del crédito ante las dificultades para encontrar liquidez en los mercados.

Los ministros de Economía protagonizaron la segunda jornada de la cadena de cumbres comunitarias convocadas para atajar la crisis de la deuda. Tras una prolongada reunión que duró casi toda la jornada, estaba previsto que los titulares de Finanzas del euro recogieran el testigo. El asunto principal de la agenda era la sostenibilidad de la deuda griega a largo el plazo. El presidente del Eurogrupo, Jean-Claude Juncker, anticipó antes de la cita que la banca también tendrá que implicarse en este aspecto. Según el primer ministro luxemburgués, el sector deberá afrontar una quita «sustancialmente» más elevada en sus bonos helenos, que podría llegar hasta el 60%, el triple del 21% acordado en julio.

Carga llevadera

Los 17 miembros del Eurogrupo sellaron un primer pacto tras analizar un informe de la 'troika' formada por la Comisión, el BCE y FMI. Este documento pone de relieve el hundimiento de la economía helena, que podría cerrar el año con una caída del PIB superior al 5%. Paralelamente, se detallan las opciones para que la deuda griega -asciende a casi 350.000 millones- pueda ser llevadera en el horizonte de 2020.

El tercer pilar que centra las negociaciones en Bruselas es el refuerzo del fondo de rescate. En este punto, Francia y Alemania mantienen una de sus disputas más acaloradas desde que estalló la crisis. París reclama que el mecanismo tenga la fortaleza suficiente para cortar cualquier tipo de contagio al resto de la Eurozona. Este planteamiento exigiría un papel principal para el BCE, una opción rechazada por Berlín y el propio supervisor. El Gobierno germano, en cambio, estaría dispuesto a que el fondo actúe como una especie de aseguradora y cubra hasta un 30% de las pérdidas si un país no paga su deuda.