Elena Salgado saluda al gobernador del Banco de Francia, Christian Noyer, en presencia del ministro de Finanzas galo, François Baroin. :: EFE
Economia

El G-20 insta a Europa a resolver la crisis de la deuda para evitar un contagio global

Los responsables de Finanzas europeos prometen tomar medidas «decisivas» en su próxima cumbre del 23 de octubre

PARÍS. Actualizado: Guardar
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Los ministros de Finanzas del G-20, el foro que agrupa a las principales economías desarrolladas y emergentes del mundo, instaron ayer a los países de la zona euro a dotar de mayor capacidad al Fondo Europeo de Estabilidad Financiera (FEEF) para disipar las dudas de los mercados sobre su capacidad para proteger a España e Italia y evitar el contagio de la crisis soberana al resto del mundo. Además, se comprometieron a que el Fondo Monetario Internacional (FMI) disponga de los recursos adecuados para asumir sus responsabilidades sistémicas y a mantener la capitalización de los bancos con vistas a garantizar su liquidez.

Al término de una reunión celebrada en París, el ministro francés, François Baroin, cuyo país es presidente de turno del G-20, afirmó que la reunión del Consejo Europeo del día 23 próximo adoptará medidas que serán «decisivas». El plan de acción global previsto será susceptible de aportar una «respuesta enérgica a los desafíos actuales» por la crisis de la zona euro, enfatizó el comunicado final de conclusiones del cónclave.

El texto final acordado se hace eco de los avances alcanzados por los ministros de Finanzas y por los gobernadores de los bancos centrales del G-20 en la definición de un plan de acción a favor de políticas coordinadas para plantar cara a la crisis actual y consolidar el crecimiento mundial.

Este dispositivo, que será discutido en la cumbre de jefes de Estado y de Gobierno a comienzos de noviembre en Cannes, prevé que los países con excedentes importantes sostengan el crecimiento mientras que los deficitarios consolidarán sus finanzas públicas, sintetizó Baroin. El ministro francés también remitió a la cumbre de Cannes las modalidades de ampliación de las reservas del FMI para que disponga en todo momento de recursos para reaccionar ante cualquier crisis global.

«Hay posiciones afirmadas de Estados Unidos y una apuesta de los emergentes para aumentar los fondos», recordó Baroin en alusión al deseo de países como Brasil o China de ampliar los fondos crediticios en caso de que sea necesario ayudar a la eurozona, propuesta rechazada por Estados Unidos. Por su parte, el secretario estadounidense del Tesoro, Timothy Geitner, se felicitó porque el plan de los europeos para remediar la crisis de la deuda contiene «elementos apropiados». «Hemos escuchado cosas alentadoras por parte de nuestros colegas en París» añadió en una especial mención a la inclusión de un «cortafuegos financiero mucho más sustancial» para evitar el contagio de la crisis.

Aportar liquidez

En una comparecencia paralela, la directora general del FMI, Christine Lagarde, anunció que la institución que preside trata ahora de poner a punto instrumentos que permitan aportar liquidez de manera acelerada a los países más afectados por la crisis financiera. Tras valorar que la economía mundial ha evolucionado de manera negativa desde las reuniones del FMI en septiembre en Washington, indicó que los países emergentes habían expresado claramente sus temores a un contagio de sus economías por los países avanzados.

«La principal etapa es la determinación de los europeos para que resolver los problemas de los bancos, de las redes de seguridad o de la deuda griega», añadió Lagarde, quien constató la existencia de «unas perspectivas de riesgo más oscuras» a pesar de la mejora experimentada por los mercados en los últimos días.

El comunicado final de la reunión de París refleja el interés común de todos los países, ya sean avanzados o emergentes, por un asegurar un sistema monetario internacional fuerte y estable, así como el apoyo a un sistema de tipos de cambio determinado por los mercados. Pero obvia mencionar de forma expresa la fricción entre Estados Unidos y China a causa de la cotización del yuan, moneda que Washington considera infravalorada de forma artificial para proteger sus exportaciones y que trata de combatir con un proyecto de ley aprobado por el Congreso.