VUELVE LA COPA

Tras la nueva victoria contra el Écija que nos ha metido en puestos de lucha por el ascenso, vuelve la Copa del Rey, que se mire por donde se mire es un regalo envenenado. Mucho cuidado con la Copa porque aunque muchos no le dan importancia, está claro que la tiene. Si no, que le pregunten a Vidakovic que, tras su derrota en El Ejido el año pasado, empezó su decadencia en el Cádiz. La importancia de la Copa es clara para nuestro club. El míster puede probar sistemas y alinear a jugadores que no lo hacen de modo habitual. Tras la primera eliminatoria, Camille adquirió la titularidad que todavía no ha perdido y otros pueden llamar al once. Por otro lado, está el prestigio de la entidad. Todos nos jactamos de que hay rivales contra los que no debe perder nuestro equipo por historial, y el Orihuela es uno de ellos. Que te elimine un 'segunda' o 'primera' división es normal, pero otro equipo de igual categoría no va a contentar a ningún cadista. Y por último, está la viabilidad económica del club y la posibilidad de un 'taquillazo', que entiendo que solo se daría ante Barça o Madrid. Los demás equipos tampoco es que tengan especial gancho, pero siempre es bien recibido el dinero que genere el equipo. Lo que sí está claro es que hay que darle la importancia al torneo que se merece. En el fútbol de hoy en día no se debe regalar nada, ni una eliminatoria de Copa. Cien años de historia así lo exigen. Todos sabemos que el fin último del equipo es el ascenso, pero la Copa puede que nos haga crecer como equipo y además, si conseguimos alguna gesta, también nos crecerá ese orgullo cadista tan escondido. Vamos a enfrentarnos a la Copa con el respeto que los aficionados y la institución se merecen. La afición así lo pide y volver a ver el nombre de nuestro equipo junto a clubes históricos de Primera, digan lo que digan, hace ilusión. Por último, quiero darle un fuerte abrazo a mi amigo Manolo Camacho, que lo está pasando mal por el cese de emisiones de Punto Radio Cádiz. Ánimo Manolo, los buenos nunca caen.