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La OTAN condiciona el final de la misión en Libia al arresto de Gadafi

EE UU reclama a Europa una mayor inversión militar para cubrir las «lagunas» mostradas en la campaña

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Tras seis meses de campaña en Libia, la OTAN empieza a preparar el camino para replegar sus aviones. Los 28 ministros de Defensa de la Alianza acordaron ayer las condiciones para terminar una misión que por primera vez no ha estado liderada por EE UU. Los socios del organismo militar pactaron poner fin a los bombardeos cuando no quede ni rastro de resistencia gadafista y el Gobierno interino pueda hacerse cargo de la seguridad. Aunque los leales al dictador aguantan en Sirte, el secretario general aliado, Anders Fogh Rasmussen, remarcó que el fin de las operaciones está «a la vista».

Los ministros de Defensa definieron la línea a seguir en Libia en las próximas semanas tras dos días de reuniones en el cuartel general aliado en Bruselas. El secretario de Defensa norteamericano, Leon Panetta, fue el más explícito a la hora de detallar los factores que determinarán el final de la misión. Según explicó, la primera incógnita que hay que despejar es si «el régimen mantiene la capacidad de atacar a los civiles». Una vez logrado este objetivo, también habrá que aclarar si «Gadafi cuenta con alguna capacidad de mando» y el «estado de las fuerzas de la oposición» de cara a asumir la protección del país.

Aunque enumeró un buen número de cuestiones, Panetta destacó la importancia de la caída de Sirte. La ciudad de nacimiento de Muamar Gadafi se ha convertido en una especie de símbolo y su derrota puede significar el colapso definitivo del régimen. Allí, todavía resisten atrincheradas algunas fuerzas lealistas. Ayer, los milicianos opositores volvieron a lanzar un nuevo ataque, pero fueron detenidos por los francotiradores que dominan los edificios más elevados de la ciudad. La lucha es prácticamente calle a calle y no será fácil tomar la urbe porque las filas gadafistas están repletas de veteranos que no tienen adónde ir.

Bolsas de resistencia

El ministro de Defensa francés, Gérard Longuet, coincidió con el diagnóstico de la situación de Panetta, pero recordó que Sirte puede no significar el final. Francia, que lidera la misión junto a Reino Unido, teme que todavía haya que terminar con otros bolsas de resistencia en Bani Walid y al sur del país.

Francia no solo aguarda la derrota de las fuerzas lealistas. París, al igual que Londres, considera fundamental la captura del dictador para dar por terminado el conflicto. «Que la figura de Gadafi desaparezca de escena es importante, pero no es suficiente. Es verdad que nos gustaría atraparlo», subrayó. El paradero del depuesto líder libio se desconoce, pero no deja de enviar mensajes al país. Ayer, reapareció con una advertencia a los mandatarios del Tercer Mundo. A su juicio, deberían «prepararse» porque la OTAN podría encabezar nuevos derrocamientos.

Los dos días de cumbre en Bruselas no estuvieron monopolizados por la situación en Libia. Los ministros también analizaron un espinoso asunto que EE UU ha puesto sobre la mesa en los últimos meses. Washington quiere que los aliados europeos se valgan por sí solos y no dependan tanto de su inversión en Defensa. Panetta remarcó que con las actuales estrecheces económicas su país no podrá cubrir siempre las «lagunas» del Viejo Continente. El secretario estadounidense puso como ejemplo la misión libia, que pese a ser un «éxito» ha destapado importantes «deficiencias».

Panetta tenía en mente los recursos de inteligencia y los numerosos aviones logísticos que ha tenido que aportar EE UU a la misión por las carencias europeas. Rasmussen recogió el guante y anunció la puesta en marcha de un programa para favorecer la cooperación entre países. Esta iniciativa persigue que los socios colaboren para desarrollar conjuntamente «capacidades críticas». El ex primer ministro de Dinamarca se refirió explícitamente a la necesidad de contar con más aviones no tripulados, mejorar la vigilancia marítima y perfeccionar la protección de las tropas frente a atentados con bombas de carretera.