El profesor detenido por abusos a niñas ya fue condenado por un caso similar

José Luis G. R, el marino retirado de 66 años que fue detenido en El Puerto a finales de agosto por cometer supuestamente abusos sexuales contra siete niñas a las que daba clases particulares, ya había sido condenado en marzo de 2010 por un caso casi idéntico a los ahora denunciados.

Según fuentes cercanas al caso, José Luis G. R. -que había sido marino de alto rango destinado en la base de Rota, pero estaba ya jubilado- fue condenado por el juez de lo Penal número 5 de Cádiz en marzo de 2010 a un año y tres meses de prisión, en una sentencia firme, por un delito de abusos a una menor que en 2008 acudía a su casa en la urbanización El Águila, en El Puerto, a recibir clases particulares. A pesar de los duros cargos que pesaban sobre él desde hace cuatro años y una condena, desde 2010, José Luis G. R. continuó dando clases hasta que fue detenido.

Al tratarse de su primera condena y no superar los dos años de cárcel, el exmarino logró que le suspendieran la pena, con la condición, eso sí, de que no volviera a delinquir en los siguientes tres años. De esta manera, si las nuevas diligencias que se han abierto ahora contra él acaban también en condena, la suspensión se daría por nula y tendría que cumplir también el año y tres meses que se le impuso en 2010. Tal antecedente, además, supondría un agravante por supuesta reincidencia.

Cabe recordar que el pasado 2 de septiembre, tres días después de que fuera detenido por la Policía Nacional de El Puerto, el juez de instrucción que investiga las nuevas denuncias decidió enviar al anciano a prisión preventiva y sin fianza. Al magistrado le bastó con oír los testimonios de las siete menores -de entre 12 y 15 años-, que relataron haber sufrido los supuestos toqueteos durante meses. Según estas las niñas, el profesor tenía presuntamente una actitud lasciva con ellas cuando salían a la pizarra a realizar ejercicios de matemáticas. Los toqueteos eran conocidos y comentados por las menores desde hacía tiempo, pero ninguna había desvelado nada fuera del círculo de alumnas. Finalmente, una de las niñas decidió contar a sus padres lo que supuestamente ocurría en las clases. La noticia de la detención cayó como un jarro de agua fría entre los padres de los alumnos del supuesto pederasta, pues como es obvio, desconocían que el profesor de sus hijos había sido ya condenado por hechos similares.

La Policía Nacional informó de que, quizá, aparezcan nuevas denuncias de otras chicas que acudieron a estas clases particulares, ahora que el caso ha salido a la luz. Durante el registro de la vivienda del exmarino se hallaron archivos sonoros que supuestamente grabó el imputado durante las lecciones, que podrían ser utilizados como pruebas de lo que allí sucedía.

En todo caso, el juez de instrucción preguntó a José Luis G. R. cuál era su versión de los hechos, pero este se negó a declarar. El anciano ingresó en el centro penitenciario de Puerto II a comienzos de septiembre, sin embargo, ha solicitado un traslado a otra cárcel de Sevilla, al parecer, ante los problemas de convivencia que suelen sufrir los presos por delitos de abusos sexuales con otros internos.