QUE VIENE EL LOBO

Nadie lo creía. Ni los vencedores ni los vencidos. El viernes antes de las elecciones municipales las quinielas bailaban en muchos municipios de la provincia y pocos pensaban que la Diputación caería en manos del Partido Popular. El lunes hubo resaca, de todo tipo, fácilmente analizable en las caras de los que entraban y salían de la Casa Rosa.

Curiosamente, en la puerta aparcado, un camión de reciclaje de papel. ¿Casualidad?... Diputados de los que solo aparecen por los plenos llegaban como el primer día de colegio, desorientados y pidiendo expedientes para firmar subvenciones pendientes. Miraban el pueblo al que iba destinado el dinero, porque la noche electoral había confundido a más de uno y lo que el viernes era un 1 en el resultado, ahora es un 2, y la apuesta no es la misma. Es cuestión de como cada uno se tome la igualdad. Andaban también nerviosos los 16 directores de áreas nombrados por libre designación en el 2007, entre ellos una exconcejal de IU convertida al PSOE, un exsecretario provincial del PSOE, un primo de Cabaña, un hermano de Perales, el esposo de una exconcejal socialista y algún que otro funcionario venido a más. Cuentan que en su día el pleno aprobó un estatuto propio para una 'élite' de funcionarios privilegiados que cobrarían un sueldo superior a los del grupo A, por eso de la confianza, supongo. Con puestos de trabajo de reserva, por si llegaba el lobo. Cerca de 5.000 euros al mes cada uno, para igualarlo al obrero español, creo que aquel del que hablaba Pablo Iglesias. Por Cádiz y su provincia, claro. Siempre he pensado que el poder confunde. Lo cierto es que después de 32 años la Casa Roja, perdón, Rosa, está más al rojo vivo que nunca. Ni qué decir los sindicatos que pactaron en su día la paz social con los dueños políticos de la Diputación, a cambio de algo, supongo. Nadie da duros a peseta, más bien pesetas a euros, si en ello va implícito callar por ambas partes. Reducir esos cargos de libre designación sería una buena apuesta del PP para ahorrar en gastos innecesarios, así como revisar los contratos, los pluses y los privilegios de algunos que ni siquiera tienen que buscar aparcamiento cuando llegan al trabajo porque tienen uno privado. Supongo que para picar a su hora. ¿Pican o no pican?. El PP tendrá que sentarse con los sindicatos, con el enemigo en casa, si se tiene en cuenta que entre los sindicalistas hay hasta miembros de la ejecutiva local del PSOE. Todo queda en casa, como se ve. Y lo que no se ve, se disimula. No sé quien sustituirá a González Cabaña, porque podría haber sorpresa, un guiño a La Janda, por ejemplo. Pero de lo que sí estoy segura es que tiene un gran trabajo por delante y la oportunidad de demostrar que con menos dinero se pueden hacer más cosas. Creo que no todos han asimilado lo que va a suponer este revés, en Ayuntamientos, Mancomunidades, Institutos o Consorcios. Por cierto, me dicen que en el de Transporte hay un gran revuelo por una plaza, y que incluso quieren acelerar su adjudicación. Con estas cosas hay que tener cuidado, porque a Caperucita, que era roja, se la acabo comiendo el lobo.

En fin, que queda mucho por escribir en las próximas semanas.