Cásper, en el momento de la detención. :: L. V.
Ciudadanos

¿Un asesinato ordenado por Cásper?

La Policía no descarta que la principal banda criminal del país, desarticulada esta semana, esté detrás de la muerte del jerezano Juan Miguel Ortega

C ÁDIZ. Actualizado: Guardar
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Un disparo en el corazón acabó con la vida del 'rey del butrón' el 30 de julio de 2009. El jerezano Juan Miguel Ortega Sánchez moría en su casa de la calle Fate de Jerez y con él se iba una leyenda del crimen 'made in Spain'. Fue el mejor en abrir una caja fuerte en apenas minutos durante los años 90; lo que le encumbró hasta la cúpula de la principal organización criminal del país: la banda de Cásper. Su cabecilla, Ángel Suárez Flores, ha sido devuelto a la cárcel después de una larga investigación conocida ayer. Casi dos años para volver a desmantelar un grupo que se había reactivado en 2009. La Policía comenzó a indagar en junio de ese año y un mes después era asesinado Juan Miguel Ortega. Los investigadores no descartan que Cásper pudiera estar detrás de este crimen. No debió gustarle saber que el jerezano «estaba haciendo trabajitos por su cuenta», dicen fuentes del caso. Ya se había desligado de su antiguo jefe pero no de la delincuencia y «en el mundo en el que se movía las venganzas se cobran con la vida».

Pese a esas sospechas, la Policía no lo ha podido probar y hoy en día esa investigación que llevó inicialmente la comisaría jerezana, fue enviada a Madrid donde se mantiene abierta. Al grupo de homicidios de la Policía Judicial le falta atar el cabo más importante: localizar al supuesto asesino, José María P. S. F. Dos años después sigue en búsqueda y captura. Quizás él pueda confirmar quién encargó el asesinato del 'rey del butrón'.

Este caso sin resolver vuelve a la actualidad tras conocerse ayer que Cásper había caído otra vez junto a los integrantes de una banda que tuvo que montar con colaboradores nuevos que sustituían a otros 'fuera de servicio' como Juan Miguel Ortega. Así uno de los 22 detenidos en esta última operación en la que también ha participado la Guardia Civil, Ángel Suárez captó a un ciudadano búlgaro que sabía abrir cajas fuertes. Ocupó el puesto de Juan Miguel como maestro de la lanza térmica; una herramienta que abre agujeros en chapas acorazadas con gran facilidad. El jerezano fue el nº 1 en el manejo de este instrumento con el que consiguió, entre otros míticos palos de la banda, hacerse con 107 kilos de coca del puerto de Valencia, en 1997.

En esta nueva etapa, Cásper y sus compinches se centraron en el robo de cargamentos de droga a los narcos. El 'Padrino' de Madrid, como llaman también a Ángel Suárez, conseguía información gracias a sus contactos en el hampa o recurriendo a la tecnología: GPS, micrófonos o microcámaras para sacarle la información a los traficantes. Así supieron a finales de 2009 que varios contenedores con cocaína oculta iban a llegar al puerto algecireño, procedente de Costa Rica. Investigaron la empresa que había despachado legalmente esos contenedores en Algeciras y dieron con la persona que había firmado la documentación. Le siguieron durante un tiempo hasta que un día le abordaron a la salida de su casa.

La víctima, «un empleado honrado del puerto», fue secuestrado y trasladado a una nave del polígono Cortijo Real de Algeciras donde fue torturado durante 12 horas. Llegaron a cortarle un dedo de un pie con un hacha, pero no consiguieron sacarle información; simplemente no la tenía. La Policía no supo de ese tormento hasta un año y medio después. La víctima había guardado silencio por puro miedo. Cuando llegaron a él, pasó a convertirse en testigo protegido y a colaborar con la Policía. Cásper y su núcleo duro (cinco integrantes) han sido enviados a prisión tras ser detenidos en una macroredada efectuadas en localidades de Toledo, Málaga, Barcelona, Madrid y Guadalajara en la que participaron 200 agentes. El resto está en libertad con cargos.