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Paso de gigante hacia la gloria

El Betis vence 0 a 3 al Barça B y ya tiene pie y tres cuartos en Primera División

BARCELONA. Actualizado: Guardar
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A un paso de la gloria. Así se encuentra el Betis tras doblegar ayer al Barcelona B en el Mini Estadi con un contundente 0 a 3. Y es que, tras acabar con tres meses de imbatibilidad en el Mini Estadi, el conjunto de Heliópolis ya enfila su regreso a la máxima categoría del fútbol español, máxime tras el inesperado tropiezo del Celta en Balaídos ante la Ponferradina (1-1).

Dos goles en los cuatro minutos previos al descanso, de Rubén Castro y Jorge Molina, y un tercero de Iriney después de la reanudación, que supuso la sentencia, sirvieron para sentenciar un partido teóricamente complicado para el actual líder, con permiso del Rayo Vallecano, de la Liga Adelante.

Con un fútbol más directo y ordenado, los hombres de Pepe Mel se llevaron el premio para alegría de los miles de aficionados que les arroparon. Y eso que Nolito fue una pesadilla constante para la defensa bética en los primeros compases del choque. Sin ir más lejos, el de Sanlúcar de Barrameda provocó una protestada falta dentro del área en el minuto dos y dispuso de dos ocasiones más para sorprender al guardameta Casto. Poco después, Jonathan Soriano pudo adelantar al Barça B, pero tampoco estuvo afortunado.

Tuvo que ser Rubén Castro el que anotara el primero en el 41'. El inteligente delantero aprovechó un pase de Juanma desde la derecha, que se escapó por velocidad, y dejó vendido a Oier. Los béticos se adelantaban en su acercamiento más peligroso.

Era el momento del Betis, más rápido e incisivo. Mientras, los de Luis Enrique esperaban al descanso. Y así llegó el segundo tanto, a través de un tiro de Jorge Molina después de un centro de Juanma. El balón rebotó en Armando y sorprendió al meta azulgrana justo antes del descanso. El golpe fue tremendo para los azulgranas.

La sentencia llegó al regresar de los vestuarios. Transcurría el minuto 65 e Iriney mató el duelo. Robó el balón en el centro del campo y con un derechazo desde la frontal puso el 0-3. Curiosamente, el brasileño se encaró con su entrenador en la celebración.

En definitiva, tres puntos de oro que dejan al Betis a un paso de regresar a Primera División.