Jerez: paraguas, podios y caídas

Jerez es jerez. «Es la catedral del motociclismo mundial», aseguraba Álex Crivillé el viernes previo a entrenamientos clasificatorio y carreras. Un viernes con sol en lo más alto y temperaturas que rozaban los 30 grados, lo único que faltó el domingo. O tal vez no, porque uno de los Grandes Premios más recordados de los últimos tiempos, con instantáneas que quedarán para los anales de la historia del Mundial de las dos ruedas, se convirtió en un bendito caos gracias a una lluvia que no mermó el ánimo de los aficionados y que no hizo más picar un punto más a los pilotos dentro de la pista. Los nervios por la posible lluvia en las carreras por parte de los equipos se hicieron realidad cuando bien temprano comenzó a caer el agua, algo que no cambió durante toda la prueba.

Pero esto no hizo más que hacer cumplir el guion previo a los primeros entrenamientos. La categoría reina parecía un monólogo aburrido de Casey Stoner (Repsol Honda) hasta que el oro líquido, y un Valentino Rossi (Ducati) demasiado frenético para neumáticos ya gastados y curvas demasiada resbaladizas, lo llevaron al suelo. Cambió el guion de la carrera de la máxima categoría, dejó una imagen imborrable, la de Stoner esperando a Vale en la curva para increpar, o el enfado del australiano (con corte de manga incluido a los comisarios de pista de Jerez, más preocupados en sacar al italiano a pista que en atender al que llegaba al GP de España como líder de la categoría).

¿Ambición o talento?

Fue el pique del día y seguramente se irá recordando a lo largo de las pruebas del presente campeonato. Jerez ya ha vivido cosas parecidas, la más sonada en Fórmula Uno entre Schumacher y Villeneuve, pero esa última tiene visos de perdurar mucho, sobre todo por las palabras del australiano al concluir una carrera que él no pudo terminar. Las cámaras fueron testigo de la incómoda situación. La respuesta de Stoner al gesto de Rossi fue decirle: «Todo bien. Sólo estoy preocupado por tu hombro», en claro tono irónico, ya que la culpa había sido del italiano. Poco después, sentenció: «Tu ambición ha superado a tu talento». Sin embargo, la afición patria celebró en parte este episodio. La pista, mojada durante el día y en parte sucia por el viento de levante de los días previos, provocó hasta ocho salidas de pista, y ello cambió las previsiones, o más bien llevó la carrera dónde muchos querían. Y es que Jerez ha supuesto la consagración de Jorge Lorenzo (Yamaha) en Jerez. El mallorquín fue paciente e inteligente, lo suficiente para lograr su segunda victoria consecutiva en Jerez, la primera del año, un año duro defendiendo liderato ante un Pedrosa (Repsol Honda) que pasa por quirófano. Encabezó el de Yamaha un doble 'doblete', valga la redundancia: dos victorias en Jerez, y dos de los nuestros en el cajón de la máxima categoría.

A poco del 'triplete' de la temporada pasada, el Mundial más español de la historia. Las caídas lo impidieron, o al menos esa podría ser la excusa. El momento de Cluzel (Forward) derribando a Márquez (Repsol) en Moto2 tuvo mucho que ver. El de Cervera tiene un gafe en Jerez considerable. Aquí se cayó con apenas 15 años y aquí ha perdido mucha batalla en la guerra de la antigua cuarto de litro. Ganó Iannone (Speed) y Simón (Mapfre) fue el mejor español en la sexta posición, por lo que deja esta categoría bastante abierta después de dos pruebas disputadas.

Manda Terol

Todo lo contrario pasa en 125cc. El último año de vida de esta cilindrada tiene nombre español, el de Nico Terol. En equipos es Jorge Martínez Aspar el que puede estar orgullos. Bankia Aspar tan solo coló a uno de sus pilotos en el podio, el líder del Mundial nada más y nada menos, pero se quedó a nada de hacer doblete, de no ser por la desafortunada caída de Héctor Faubel cuando lideraba la prueba. Falta de templanza. No fue el único. Oliveira, del Team Machado, marchaba tercero después de unos magníficos tiempos en los entrenamientos y cayó. La pequeña de las cilindradas sumó hasta 10 caídas, sufriendo las primeras gotas de la mañana más que nadie. No le hizo falta caerse al mejor 'rookie' de la temporada 2009/2010. El gaditano Alberto Moncayo, con problemas mecánicos durante todo el fin de semana, dejó claro que, a pesar de estar cerca de casa, Jerez no es su circuito.