Economia

El Gobierno se compromete a no gastar más que el crecimiento del PIB

Zapatero se compromete ante la Unión Europea a fijar un techo vinculado a las previsiones para el medio plazo

BRUSELAS. Actualizado: Guardar
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Angela Merkel decía ayer al término de la cumbre de la UE que la crisis «ha cambiado la forma de pensar en muchos países». La canciller, erigida en supervisora económica de los Veintisiete, aplaudió que España, Grecia, Irlanda e incluso Portugal hayan decidido enfrentarse a sus problemas «estructurales». José Luis Rodríguez Zapatero no le llevó la contraria con la nueva batería de medidas que presentó dentro del Pacto del Euro, el paquete de deberes impuestos por Alemania al resto para garantizar la competitividad de Europa.

El líder socialista se comprometió ante la UE con ocho iniciativas cuyo cumplimiento se evaluará en Bruselas dentro de un año. La más llamativa está relacionada con una idea que Alemania ha llegado a consagrar en su Constitución y que también plasmó en el Pacto del Euro. Los países deben ser previsores y extremar el control de su cuentas en todo momento, tanto cuando la economía funciona a pleno pulmón como cuando hay dificultades. Zapatero se ha decidido a asumir esta tesis y establecerá un techo de gasto vinculado al crecimiento del PIB a medio plazo.

El presidente explicó que la nueva normativa se pondrá en marcha a través de una reforma de la Ley de Estabilidad Presupuestaria. Su intención es que no solo se tengan en cuenta las previsiones de evolución del PIB, sino que se añadan otros factores como el resultado anual de déficit. Estos condicionantes irán acompañados de una revisión de los «criterios de gasto» del superávit que establecerán claramente en qué se puede gastar el dinero en tiempos de bonanza. Todo ello, en opinión de Zapatero, servirá para apuntalar la «sostenibilidad de las finanzas públicas».

La reforma, de momento, solo afectará a las cuentas del Gobierno central. El líder socialista, sin embargo, confió en que el ejemplo cunda en las comunidades, que tienen protegida constitucionalmente su autonomía financiera. Para ello, apostó por «dialogar» con los partidos para alcanzar «un gran pacto» en el seno del Consejo de Política Fiscal. «Será extraordinariamente útil que las comunidades se autoimpongan más control del gasto», remarcó el presidente, que consideró «factible» un acuerdo con el PP.

La situación económica de las comunidades es una de las variables a la que mayor atención prestan los mercados a la hora de examinar a España. Según el Ministerio de Economía, el año pasado nueve regiones incumplieron el límite de déficit establecido. En cuanto a la deuda, el Banco de España ha desvelado que la financiación externa de las comunidades se disparó un 31,7% en 2010 frente al 13,8% del Ejecutivo central. El estudio señalaba a la Comunidad Valenciana, Castilla-La Mancha y Cataluña como las más endeudadas, mientras que Cantabria, Asturias, Madrid y el País Vasco pueden enorgullecerse de presentar las cuentas más saneadas.

En Madrid, y al término de la reunión del Consejo de Ministros, el vicepresidente Alfredo Pérez Rubalcaba comentó que el PSOE ya lleva en su programa electoral el compromiso de disciplinar el gasto de las comunidades autónomas con el establecimiento de un techo allí donde gobierna, y expresó su confianza en que los territorios bajo el mando de los populares se muestren igualmente dispuestos, porque eso redundará en beneficio del conjunto de la sociedad.

La segunda medida más novedosa desvelada por Zapatero en Bruselas apuesta por reducir la economía sumergida, otra iniciativa sugerida por el Pacto del Euro. El presidente, que evitó ir al detalle hasta que la normativa se debata con los agentes sociales, indicó que se ofrecerán «incentivos» para que afloren los trabajos irregulares.

Un reciente estudio de la Fundación de Cajas de Ahorros (Funcas) elevaba al 17% del PIB el peso de la economía sumergida en España. Las arcas públicas dejan de ingresar 30.000 millones anuales. Además, se calcula que cuatro millones de personas cuentan con trabajos sin declarar. Los técnicos del Ministerio de Hacienda, agrupados en el Gestha, compartieron esta estimación, pero recordaron que las amnistías fiscales no son la herramienta adecuada, y tampoco creen oportuno volcar los controles sobre los asalariados y las rentas del trabajo. En el apartado referido al empleo, las propuestas de Zapatero también contemplan dar un fuerte impulso a las políticas activas y a la FP.

El resto del paquete de medidas incluye cuestiones ya en marcha o de menor calado. El Pacto del Euro, que ahora ha pasado a denominarse Euro+ porque se han sumado seis países sin la moneda única, permite a los socios elegir entre un amplio abanico de reformas que incluye cuatro categorías: competitividad, empleo, sostenibilidad de las cuentas públicas y estabilidad del sector financiero. Zapatero, de momento, ha esquivado el punto más polémico del documento, que apuesta por vincular decididamente salarios y productividad.

La cumbre que terminó ayer, aunque se vio empañada en gran medida por la crisis de Portugal, supone un auténtico hito en la historia reciente de la UE. Tomando como referencia el desplome de Grecia, los Veintisiete han conseguido en menos de un año articular un ambicioso plan anticrisis enfocado a blindar la moneda única.