Líderes tribales anuncian una marcha pacífica desde Trípoli. :: EFE
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Obama admite la falta de organización en la guerra

NUEVA YORK. Actualizado: Guardar
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Estados Unidos ha aceptado con sorprendente franqueza y mucha resignación la desorganización las operaciones internacionales en Libia, pero no por eso ha renunciado a traspasar el mando «en cuestión de días», reiteró Barack Obama desde El Salvador, donde concluyó ayer su gira latinoamericana.

«No tengo absolutamente ninguna duda de que podremos transferir el control de estas operaciones a una coalición internacional», dijo tajante el mandatario. El presidente de EE UU habló el lunes desde Centroamérica con sus homólogos, franceses, británicos, turcos, saudíes, entre otros. Emiratos Árabes Unidos y Arabia Saudí están retractándose de su apoyo debido a las presiones de la comunidad internacional en Bahréin. Entre sus vecinos sólo Catar parece mantener el compromiso de aportar aviones.

Obama presiona también al único país musulmán de la OTAN para que acepte algún tipo de liderazgo que minimice las reticencias árabes a aceptar órdenes de la Alianza, que parece estar más dividida que nunca. O quizás, como dijo el general retirado Wesley Clark, que fue general de la OTAN durante los bombardeos de Kosovo, «siempre lo estuvo», solo que esta vez está dirimiendo sus diferencias en público.

El propio jefe del Pentágono Robert Gates confirmó desde Moscú que lo que está sucediendo no es ninguna sorpresa para él, dado el grado de improvisación que al final ha tenido la misión. «Este asunto del comando y control es complicado», reconoció. «Nunca antes hemos hecho algo así. De modo que no me sorprendería que llevase unos días clarificar todo esto».

Cuestionado sobre la existencia de un plan de salida si la zona de exclusión aérea no logra destronar a Muamar Gadafi, Obama aseguró que «ya estamos viendo una reducción significativa del número de aviones involucrados». El mandatario admitió que mientras el dictador siga en el poder, «a menos que cambie su actitud y proporcione al pueblo libio una oportunidad para expresarse libremente y haga reformas significativas en el gobierno», seguirá siendo una amenaza para su pueblo, que necesitará protección internacional. Estas declaraciones que aumentaron las críticas en el Congreso, donde temen que la operación militar no tenga como fin la protección de civiles sino el cambio de régimen.