Las tres cajas vascas acuerdan una fusión fría

Los acontecimientos se precipitan. Las tres cajas vascas han alcanzado un acuerdo para poner en marcha una 'fusión fría'. Traspasarán el ejercicio de la actividad financiera a un banco, al tiempo que mantendrán la personalidad y los órganos de gobierno de las tres instituciones, BBK, Kutxa y Vital. Puesto que suman unos 80.000 millones de euros en activos, el conjunto integrará la quinta entidad de ahorro, por detrás de Bankia, La Caixa, Banco Base y la resultante de la fusión entre Unicaja, Caja España y Caja Duero. Componen su red un total de 900 oficinas.

No han sido las nuevas exigencias de capital las que han movido a las cajas vascas a este proceso de integración porque, aisladamente, cada una de ellas cumplía con holgura con los requerimientos impuestos por el Banco de España, fijados en un 10% de capital básico sobre los activos ponderados por riesgo. Pero las entidades eran conscientes de que en el nuevo panorama financiero español, el menor tamaño empezaba a jugar en contra, ante la sucesión de nuevos conglomerados.

Con la vista puesta en el 28 de marzo, la fecha límite para que las cajas necesitadas de capital presenten sus planes y calendarios, el Banco de España reseñó los resultados de la frenética actividad de integración llevada a cabo. Desde mediados del pasado año, y sin contar la fusión fría de las cajas vascas, estas instituciones han protagonizado 12 procesos de integración (7 fusiones o adquisiciones y 5 sistemas institucionales de protección), hasta reducir el número de entidades de 45 a 17. Si culminan los procesos de Unicaja y las entidades castellano y leonesas, y el ahora anunciado, la cifra de instituciones se quedará en torno a la docena.

En su balance 'a mitad de camino', el Banco de España ha explicado que el reconocimiento del deterioro en el valor de las inversiones de las cajas alcanza los 52.000 millones en los últimos tres años.