Jiménez Fornell, en libertad bajo fianza, vuelve a su puesto en Urbanismo

Fernando Jiménez Fornell, jefe de Disciplina Urbanística del ayuntamiento de El Puerto, se incorporó ayer a su puesto de trabajo. El funcionario fue detenido hace doce días en el marco de una operación policial por su presunta implicación en una trama de corrupción inmobiliaria para conceder licencias de obras en suelo no autorizado. El fiscal pidió prisión para el técnico de Urbanismo y para su pareja, Milagros Trigo. Ambos pasaron dos noches en los calabozos de la Policía Nacional junto con el ex edil de Urbanismo, Juan Carlos Rodríguez, para quien el fiscal pidió 1000.000 euros de fianza.

Los tres fueron puestos en libertad el pasado viernes, cuatro de marzo con una fianza de 30.000 euros que fue abonada dos días después. Ese lunes Jiménez Fornell se tomó una semana de vacaciones que concluyó ayer. A la salida de su trabajo, por la puerta trasera del edificio de Urbanismo, se ocultó con un paraguas y se negó a realizar declaraciones. El caso continúa bajo secreto de sumario y a los tres implicados, además de a Isabel Ruiz, compañera de Milagros Trigo en el estudio de arquitectura TEC, y a Josefa Lojo, pareja de Rodríguez, se les imputan en principio los delitos de prevaricación, tráfico de influencias y asociación ilícita.

La Fiscalía pretende demostrar que los impliados en esta trama lograron un enriquecimiento personal a raiz de la concesión de licencias para construir en suelo no urbanizable. La investigación policial sigue su curso en los juzgados con el análisis de la ingente documenttación recogida en los registros tanto de las dependencias del Ayuntamiento como en los negocios y viviendas de los imputados.

Por otro lado, el ayuntamiento de El Puerto ha decidido abrir expedientes disciplinarios a los dos funcionarios implicados. En un principio se les quiso suspender de empleo y sueldo, pero su puesta en libertad anuló esta posibilidad. Entretanto, Jiménez Fornell ha vuelto a la normalidad en su puesto de trabajo, arropado por los compañeros que tras su detención hicieron público un comunicado respaldado por una treintena de firmas para mostrar su apoyo al funcionario, que fue calificado como «un hombre bueno, trabajador y desinteresado». Del mismo modo consideraron que no se les está respetando la presunción de inocencia.