El Sáhara, enésimo obstáculo para el acuerdo pesquero con Marruecos

El Parlamento Europeo decidirá durante el día de hoy si trata por vía urgente el acuerdo de pesca con Marruecos, que llevan varias semanas negociando una representación marroquí y española, y del que depende la subsistencia económica de más de medio centenar de embarcaciones gaditanas.

Este convenio, mediante el que la flota europea de 119 barcos, la mayoría de ellos con base en las provincias de Cádiz y Huelva, puede faenar en aguas jurisdiccionales del país alauita, tiene un precedente firmado en el año 2005. Ese convenio caduca el próximo 27 de febrero, y para entonces, tanto las administraciones con competencias como los pescadores esperan haber renovado la colaboración.

Tanto la Junta como el propio Ministerio del ramo ya han mostrado su interés en que el acuerdo se cierre «lo antes posible». Con una cuota adicional estimada en 60.000 toneladas para la pesca de especies como la sardina, la caballa, el boquerón o el jurel, son cientos los profesionales de la mar que esperan con impaciencia su rúbrica.

Así al menos lo aseguraba ayer el presidente de la Federación de Cofradías Andaluzas, Manuel Peinado, que se mostró convencido de la importancia que este documento marco tiene «para la subsistencia de muchos pescadores gaditanos».

El acuerdo entre la UE y Marruecos tiene, no obstante, un nuevo punto de fricción, debido a las tensiones políticas con el Sáhara. De hecho, ayer mismo, el Frente Polisario solicitó a la Unión Europea que excluya las aguas del Sáhara Occidental de cualquier acuerdo pesquero con el país norteafricano.

Esta organización considera que la pesca en los caladeros del Sahara Occidental es «ilegal» e instó a la UE a decidir «si son más importantes unas cuantas licencias de pesca para barcos españoles o el respeto a las leyes internacionales». La pelota está en el tejado del Parlamento de Bruselas.

El Pleno de hoy tiene la última palabra, y las presiones a favor de renovar el acuerdo son muy fuertes. Además, el sector comienza a movilizarse. Ya ha habido, de hecho, varias reuniones entre las principales federaciones y asociaciones pesqueras de España y Marruecos para abordar los problemas de su actividad, la comercialización y distribución de las capturas, o la situación y explotación de los caladeros.