Isidro Fainé, presidente de La Caixa. :: AFP
Economia

La Bolsa aplaude la conversión de La Caixa en un nuevo banco

La entidad refuerza sus provisiones porque 2011 « se las trae» y cierra 2010 con 1.307 millones de ganancias, un 13,4% menos

BARCELONA. Actualizado: Guardar
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Los inversores aplauden que La Caixa se haga banco. Criteria, la corporación nacida para ser el brazo inversor de la entidad de ahorro, ha sido elegida como el instrumento más adecuado para que la caja catalana le traspase su negocio financiero, dado que ya cuenta con un 19% de accionistas privados, muchos particulares y algunos institucionales. Suspendida de cotización en tanto se divulgaban los detalles del proyecto, Criteria ha vuelto a la Bolsa en la última sesión de la semana con una revalorización del 16,06%, que disparó el valor de la acción por encima de los 5 euros.

La ley impone que La Caixa ofrezca a los accionistas de Criteria la oportunidad de marcharse, si quieren. La nueva Criteria (CaixaBank) integrará el negocio financiero y de seguros del grupo, mantendrá las propiedades en banca internacional y las correspondientes a la petrolera Repsol y la operadora Telefónica, dos 'históricas' participadas del grupo. Pero el resto de la cartera industrial, antes en Criteria, se traspasa a una entidad no cotizada, junto a activos inmobiliarios.

La operación se preparaba desde hace más de seis meses, precisó el consejero delegado, Juan María Nin, en la presentación de los resultados anuales, mientras el presidente, Isidro Fainé, habló de un camino recorrido a lo largo de la última década, como poco, y apuntó que otras entidades podrían seguir el mismo o parecido camino. El presidente de La Caixa y de la Confederación Española de Cajas de Ahorros (CECA), que con toda probabilidad desempeñará la misma función al frente de CaixaBank, anunció que se propone seguir al frente de la organización sectorial durante todo el mandato de cuatro años.

La recta final del empeño de La Caixa ha coincidido con las nuevas exigencias de capital anunciadas por el Gobierno. Algunas fuentes atribuyen la urgencia de esta imposición a los dos grandes bancos, que habrían presionado para dejar de sufrir la penalización que el mercado aplica a las entidades españolas por lo que consideran un lento proceso de reestructuración de las cajas de ahorro.

De acuerdo con el Banco de España, los requerimientos de capital van a ser muchos más severos para las instituciones que no tienen accionistas, ni un inversor privado de referencia, y que obtienen de los mercados mayoristas el dinero que necesitan para prestar a sus clientes en proporción superior al 20%. El banco de La Caixa escapará a este filtro y le resultará suficiente que su capital básico esté en el rango del 8% frente al 9% o 10% que se exigirá a la mayoría de las cajas.

Isidro Fainé explicó que el banco será «como un hijo de La Caixa», participado en un 81,1% por la entidad, en un 0,4% por los empleados de la entidad y en el 18,5% por minoritarios. La obra social mantendrá el presupuesto de 500 millones anuales de los últimos cuatro años. Un marco de actividad que, en plena crisis económica, sigue siendo muy complejo, ha movido a la entidad de ahorro a presentar unas cuentas del año 2010 que, si bien Fainé las calificó de «muy satisfactorias», arrojan un beneficio neto atribuido de 1.307 millones de euros, inferior en un 13,4% al del ejercicio anterior. La entidad puede presumir, no obstante, de una tasa de morosidad (3,71%) muy inferior a la media del sector (5,68%), según datos noviembre. Ante un 2011 que «se las trae» y, seguramente también por recomendación del Banco de España, La Caixa ha preservado un colchón de 1.835 millones de provisiones genéricas, realizadas sin una finalidad concreta, atesoradas en tiempos de bonanza. También ha reservado los 634 millones de plusvalías obtenidas e incluso ha realizado una dotación neta de 200 millones «para la gestión futura del negocio».

Los ejecutivos se defendieron de las acusaciones de que el crédito no fluye, acusando a aquellos de sus competidores que ofertan depósitos de alta remuneración.