'El Cuco' se declara inocente de la muerte de Marta del Castillo y dice no saber su paradero

No hubo sorpresa aunque sí mucho jaleo y expectación mediática en la apertura de juicio contra el menor Francisco Javier G. M., conocido por El Cuco y uno de los cinco imputados por el crimen de la joven sevillana Marta del Castillo y la desaparición de su cadáver la noche del 24 al 25 de enero de 2009. El Cuco proclamó su inocencia, dijo que nada tuvo que ver con el crimen supuestamente perpetrado en la casa del asesino confeso Miguel Carcaño, negó que ayudara a hacer desaparecer el cadáver de Marta, que entonces tenía 17 años, y dijo no saber su paradero.

En la primera sesión del primer juicio por este caso (separado del que se hará al resto de acusados por tratarse de un menor), celebrada a puerta cerrada y con extremas medidas de seguridad, fue también interrogado como testigo y responsable civil su padrastro, Ángel Romero, que se acogió a su derecho de no declarar.

El menor se enfrenta a una petición fiscal de seis años de internamiento en un centro cerrado y tres de libertad vigilada por un delito de asesinato, dos de agresión sexual -uno por violar a la menor y otro por facilitar la realizada por Miguel Carcaño-, y uno contra la integridad moral por el daño causado a los padres de Marta al no desvelar el paradero del cuerpo.

El magistrado del Juzgado de Menores número 1 de Sevilla, Alejandro Vián, leyó tres declaraciones del menor, una ante la policía, otra ante el fiscal de menores y la tercera ante el juez de instrucción, y también ordenó visionar el vídeo de la reconstrucción de los hechos con la presencia de El Cuco. En todas ellas el menor confiesa haber ayudado a hacer desaparecer el cadáver de Marta y haber arrojado este al río Guadalquivir junto con otros acusados, aunque no admite su colaboración en el crimen.

En posteriores declaraciones, el Cuco cambió su versión y negó que hubiera acudido a la casa de Miguel Carcaño, en la calle Juan XXIII de Sevilla, la noche del 24 al 25 y que hubiera participado en la desaparición del cadáver. Esta es la versión que ofreció ayer a las preguntas de la fiscal, Ángela Salazar, la abogada de la acusación particular, Inmaculada Torres, y las de su propio letrado, Fernando de Pablo, durante casi dos horas.

Presiones

Fuentes consultadas informaron que el menor atribuyó a presiones de la policía que se hubiera mentido en dichas declaraciones. Francisco Javier manifestó que no quería que se implicara a su madre, ya que su vehículo es el que presuntamente fue utilizado para el traslado del cadáver. Ayer negó el uso del coche esa noche, aunque reconoció que él y Samuel Benítez (otro de los acusados) estuvieron lavando el vehículo dos días después.

El menor admitió haber estado con Marta y con Miguel Carcaño el día 24, pero por la tarde, en torno a las 17 horas, en la plaza Santa María de Ordaz. Luego ya no los vio y, según contó, durante las horas siguientes estuvo con dos grupos de amigos en sendos 'botellones', uno en «el polideportivo» (pabellón de San Pablo) y otro en la barriada Santa Clara, como coartada de que no fue al piso de León XXIII. Todo ello ya lo había dicho en las últimas declaraciones, por lo que en la sesión de ayer el menor no aportó novedad alguna sobre los hechos.

Fuentes de la fiscalía y de los abogados de la familia coincidieron en subrayar que el menor, al que se le vio entero, tranquilo y un poco tenso al final, incurrió en numerosas contradicciones a lo largo de la vista. El acusado, por ejemplo, admitió que llamó a su amigo Samuel Benítez por teléfono desde una cabina, no recuerda bien la hora, para quedar esa madrugada y que tras la llamada se fue a su casa, a la que llegó a las 23.30 horas. Cuando se le preguntó por qué conocía tan bien los puntos de luz de la casa de Miguel dijo que porque ya había estado allí antes.

La abogada de la familia de la víctima, Inmaculada Torres, le pidió que desvelara el paradero del cadáver de Marta, a lo que 'El Cuco' respondió que no lo sabe. «Ojalá lo supiera, a mí me interesa que se sepa», dijo para luego añadir que no iba a hacer como Miguel Carcaño, que ha dado varias versiones sobre el lugar al que llevaron el cadáver de Marta del Castillo.

El juez rechazó suspender el juicio tal como pedían la acusación y la defensa por distintos motivos.